La magnitud de la inundación quedó evidenciada en imágenes satelitales que contrastan la situación previa y posterior al desastre.
Bahía Blanca fue azotada por un diluvio torrencial que, en cuestión de horas, desencadenó el peor desastre natural de los últimos tiempos. La tragedia se cobró 16 vidas, desplazó a miles de personas y dejó un número indeterminado de desaparecidos. La ciudad, ubicada en una zona vulnerable entre un canal y un arroyo, recibió aproximadamente 300 milímetros de lluvia.
Con una visión más amplia, se divulgaron imágenes satelitales recientes, captadas por el Sentinel-2 y difundidas por el Servicio Meteorológico Nacional, revelan la devastación que dejó el temporal del viernes pasado.
Un estudio reciente ha permitido dimensionar con precisión el devastador impacto de las inundaciones en una ciudad ubicada al suroeste de Buenos Aires. A través de la comparación de imágenes satelitales y datos recopilados sobre el terreno, se ha logrado establecer un claro «antes y después» de la zona afectada, abarcando el período comprendido entre el 9 de febrero de 2025 y el 11 de marzo de 2025.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica que las imágenes satelitales muestran tonos oscuros (negro o marrón) en las áreas inundadas y cuerpos de agua. Los tonos azules claros, por su parte, señalan agua con sedimentos, producto de la escorrentía, un fenómeno visible en la bahía en las imágenes recientes.
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Detalles del estudio:
- Imágenes satelitales: se utilizaron imágenes de alta resolución para mapear la extensión de las áreas inundadas, permitiendo visualizar la magnitud del desastre.
- Datos recopilados sobre el terreno: se recogieron testimonios de residentes, mediciones de los niveles de agua y evaluaciones de los daños a viviendas, infraestructuras y cultivos.
- Análisis comparativo: se compararon las imágenes y datos del 9 de febrero de 2025 (antes del temporal) con los del 11 de marzo de 2025 (después del temporal), revelando el alcance de la destrucción.
El desbordamiento del canal Maldonado y el arroyo Napostá, dos arterias vitales del sistema de drenaje urbano, ha provocado graves inundaciones en la ciudad. Las ilustraciones «Estado del agua en el suelo» documentan el alcance de este fenómeno, mostrando cómo la crecida ha anegado gran parte del territorio. Según el comunicado municipal, las áreas bajas son las más perjudicadas, con dificultades de acceso por carretera.
Las recientes lluvias torrenciales, que alcanzaron la mitad del promedio semestral (unos 650 mm) en solo 8 horas, han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la zona. Un estudio del CONICET de 2012 explica que la rápida acumulación de agua se debe a la ubicación de la ciudad en la cuenca baja del canal, lo que dificulta el drenaje durante precipitaciones intensas.
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