En la nota vas a encontrar todo lo que debes saber sobre el rocoto, su cultivo y sus características.
El mundo de los chiles está lleno de variedades de diferentes color, formas y sabores. Y, por supuesto, también se distinguen por el picor (escala Scoville). Uno de ellos es el chile rocoto, muy popular en países sudamericanos como Perú, Bolivia, Chile o Ecuador. Es ligeramente picante, aunque mucho menos que otras variedades como el chile Caroline Reaper, uno de los más picantes del mundo.
En algunos tipos de cocina se intenta destacar por la combinación de sabores ácidos, cítricos y picantes. Uno de los estándares de muchos países sudamericanos se basa en la comida picante. Aquí entra en chile rocoto. También se le conoce con el nombre de chile de cera o chile el manzano. Su nombre científico es Capsicum pubescens y tiene un sabor bastante valorado llegándose a consumir incluso en fresco en las ensaladas.
Lo primero que debemos saber de este fruto es el nivel de picante. No tiene demasiado picante, puesto que si lo comparamos con el chile habanero tiene un picante menor. Su sabor y textura consumir en fresco es muy característica y lo hace ser diferente al resto. Para aquellas personas que no están acostumbradas al picante puede llegar a tener un nivel potente. Por ello, es conveniente comer con moderación. Es bastante agradable a la hora de tomar directa un sabor y aroma propio de este fruto.
Es ampliamente utilizado en países como Perú o Bolivia que destacan por tener una gastronomía bastante valorada de forma internacional. Se emplea en salsas, como condimento o picado en carnes y pescados para dar un toque ligeramente picante.
Una de las curiosidades que tiene el rocoto sólo sus semillas. Tienen un color negro y son muy fáciles de plantar. El requisito que tiene es que las semillas deben estar relativamente secas para poder ser en sembradas. El poder de germinación que tiene es muy alto, aunque tardó un poco más en germinar que otros chiles, el jalapeño, la cayena y el habanero.
La maduración del fruto es un proceso escalonado parecido al cultivo del pimiento. Al principio los frutos tienen un color verde y van acumulando mayor cantidad de antioxidantes conforme crecen que deban otorgando un color amarillo o anaranjado. A partir de ahí es cuando ya se puede recolectar. Si aún seguimos madurando la planta, adquiere un color rojo vivo y es la forma más consumida habitualmente. Si queremos degustar el rocoto en su grado óptimo de maduración se necesita tener en buenas condiciones de luz y temperatura y todo el proceso de maduración del fruto dura unos 80 días. Es interesante realizar la plantación a principios de primavera para que pueda germinar y no tener problema con las noches más frías.
Cultivo de rocoto
Vamos a ver cuáles son los principales pasos a tener en cuenta para cultivar el rocoto. Debe saber que es relativamente sencillo y tan sólo hay que tener en cuenta algunos aspectos que vamos a ver a continuación. Lo primero de todo es la ubicación. Para cualquier planta de la familia de las solanáceas hace falta buena temperatura y alta iluminación. Por ello, le sienta también el clima de Centroamérica y Sudamérica. En el ámbito del mediterráneo se desarrollan mejor que en el norte. Esto es debido a que existen brisas marítimas y unas temperaturas más estables.
Es conveniente realizar la plantación a cielo abierto y a principios de primavera para aprovechar toda la exposición solar de los meses estivales. El régimen térmico debe rondar entre los 20-25 grados durante el día. La temperatura no debe pasar por debajo de 15 grados, siendo una máxima entendiera noche de 10 grados para que exista una fecundación ideal de las flores.
En cuanto a la humedad, se puede adaptar a distintas humedad es ambientales, siendo la ideal para la correcta floración y polinización entre un 50-65%. Si está continuamente expuesta a humedades más altas puede llegar a sufrir el ataque de hongos y bacterias. Todas estas enfermedades tienen difícil solución a no ser que el ambiente esté más seco y haya una buena ventilación.
La iluminación también juega un papel importante en los requisitos de rocoto. Se necesita una exposición lumínica y un mínimo de unas 10-12 horas de sol, por lo que debemos sembrar el verano. La falta de luz ocasiona que la planta tenga una menor producción de tallos y hojas y tenga un color verde menos vivo. Al tener una menor producción de flores acaban teniendo una cosecha de rocoto menor.
Siembra del rocoto
Una vez conocemos los requisitos para cultivar el rocoto, vamos a pasar al proceso de sembrado. Las condiciones óptimas para la germinación es mantener una temperatura constante de entre los 20-30 grados. El sustrato se debe mantener humedecido pero sin llegar a encharcar. Para ello, necesitamos un suelo que tenga un buen drenaje. El drenaje es la capacidad que tiene el suelo para filtrar el agua del suelo o lluvia. Ser un suelo tiene mal drenaje acaba por tener una acumulación de agua que puede hacer que se pudran las raíces.
La mejor manera de regar páramo desplazar las semillas es utilizar un pulverizador de gota fina. Puedes aumentar la humedad ambiental si está muy baja para mejorar la eficacia de la germinación. Dicha germinación puede tardar hasta unos 15 días, aunque la mayoría de veces se suelen adelantar. Todo depende de las condiciones ambientales.
En cuanto al suelo, el chile rocoto demanda un suelo fértil, seco y con un buen volumen de materia orgánica. Si el suelo tiene una parte de arena favorece bien el drenaje y mantiene las raíces limpias y con un desarrollo continuo. Hay que aportar un poco de materia orgánica extra al suelo antes de trasplantar el pimiento. 2 kg por planta de compost o materia orgánica mezclada con la tierra es más que suficiente. Así poder aguantar años en el suelo para que puedas renovar la planta de nuevo.
El riego es un factor importante para el rocoto. Un exceso puede causar pudrición generalizada de las raíces. La planta comienza a aparentar que pide agua, pero es todo lo contrario. En primavera es importante aportar agua cada 2-3 días con riegos de hasta un litro en planta adulta. Si se cultiva en maceta se debe aportar cinco veces menos el volumen del recipiente.