El Decreto 790/2025 redefine el rol del SENASA y la ANMAT para evitar la duplicación de tareas, reducir costos y garantizar la inocuidad de los alimentos que ingresan al país.
El Gobierno Nacional renovó el régimen de control sanitario para los alimentos importados, con el objetivo de implementar un sistema más ágil, eficiente y alineado con los estándares internacionales. A través del Decreto 790/2025, se precisan las competencias del SENASA y la ANMAT, determinando qué organismo actuará según el tipo y el estado del producto.
De acuerdo con la nueva disposición, el SENASA controlará los productos de origen animal y vegetal no acondicionados para la venta directa, mientras que la ANMAT se encargará de los alimentos envasados listos para el consumo, cuyos controles serán posteriores al ingreso al país. Además, los productos provenientes de países con altos estándares sanitarios —como Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Japón y Australia— estarán exceptuados de ciertos requisitos, siempre que cuenten con certificaciones oficiales de libre venta.
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El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó que la medida busca “eliminar controles innecesarios y concentrarse en la inocuidad y salubridad”, dejando que la calidad sea evaluada por el propio mercado. Según explicó, el nuevo esquema fija plazos concretos y breves, reduciendo la burocracia y facilitando el comercio exterior sin comprometer la seguridad alimentaria.
Asimismo, la actualización refuerza la coordinación entre los ministerios de Salud y Economía, el SENASA, la ANMAT y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, para consolidar un sistema moderno, transparente y eficiente. “Menos burocracia son más alimentos más baratos y más exportaciones”, concluyó Sturzenegger, al presentar la medida como una reforma estructural que mejora la competitividad y protege al consumidor.




