El productor retiene la soja a pesar de la baja de retenciones: ¿cuáles son las razones?

A pesar de la rebaja temporal, las ventas no se aceleraron y el ingreso de divisas sigue limitado.

A pesar de la reducción de retenciones a la soja, el trigo y el maíz, anunciada el 22 de enero, los productores han optado por retener los granos en lugar de venderlos rápidamente. Esto genera un impacto en el ingreso de divisas al país y plantea interrogantes sobre el futuro del mercado agrícola.

Según el especialista Pablo Adreani, uno de los factores clave es que la baja impositiva no se reflejó en los precios de venta. La industria aceitera y los exportadores ya ofrecían valores competitivos antes del anuncio, lo que redujo el incentivo para desprenderse de la mercadería. Además, los productores no enfrentan una necesidad urgente de liquidez, salvo para cubrir compromisos previos.

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Actualmente, los productores retienen cerca de 12 millones de toneladas de soja, con la expectativa de vender gradualmente hasta la cosecha de mayo de 2025. La incertidumbre climática también influye en la retención, ya que la sequía afectó la producción y generó dudas sobre los rendimientos de la nueva cosecha. Además, las reglas sobre el ingreso de divisas limitan la operatividad de exportadores y aceiteras, complicando aún más el panorama.

En contraste, el mercado de maíz muestra mayor dinamismo, con ventas de 2 millones de toneladas entre la cosecha 2023/24 y la 2024/25. Sin embargo, el flujo de divisas sigue condicionado por la retención de soja. Se espera que en febrero ingresen 1.500 millones de dólares, una cifra que podría haber sido mayor si las ventas se hubieran acelerado.

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