La fuerte demanda de divisas y la demora del paquete de ayuda de Estados Unidos obligaron al Tesoro a usar más del 65% de los dólares obtenidos por la liquidación extraordinaria del campo con retenciones cero.
La presión cambiaria previa a las elecciones está dejando al Tesoro Nacional con escasas reservas para defender el tipo de cambio. Según estimaciones privadas, al organismo le quedarían disponibles entre US$600 y US$700 millones de los US$2.200 millones que había obtenido gracias a la liquidación récord del sector agroexportador tras la eliminación temporal de las retenciones.
En los últimos días, el Tesoro habría vendido entre US$1.400 y US$1.500 millones para contener la cotización del dólar, lo que forzó a dejar correr el “techo” de la banda cambiaria de $1.425 a $1.430. De esta manera, la divisa se mantiene dentro del rango de flotación oficial, cuyo límite superior es actualmente $1.481, aunque los analistas anticipan que en breve podría alcanzarse ese tope, habilitando la intervención del Banco Central con los fondos del FMI.
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La avidez del mercado por dolarizarse y la ausencia de definiciones sobre el paquete de asistencia estadounidense explican la tensión actual. Mientras tanto, el Ministerio de Economía no publica datos oficiales sobre las intervenciones, lo que alimenta la incertidumbre. “La escalada del dólar dejó en evidencia la fragilidad del esquema y contradijo la famosa frase ‘¿con qué pesos?’ usada por los funcionarios para descartar una corrida”, señalaron fuentes del mercado.
Aún restan 11 jornadas hábiles antes de las elecciones, y los analistas prevén que la sangría de reservas continuará si no se concreta el anuncio del acuerdo con Estados Unidos. De no mediar señales externas, el dólar paralelo podría romper el techo actual y forzar una nueva intervención del Banco Central, en un contexto de fuerte estrés cambiario y fiscal.