Europa en alerta por la peste porcina africana y el impacto potencial en la producción

El avance de la peste porcina africana en Europa vuelve a encender alarmas sanitarias y comerciales, mientras Argentina refuerza su posición como país libre de la enfermedad y con un sector porcino en expansión.

La peste porcina africana (PPA) avanza en Europa y genera especial preocupación en España, principal productor y exportador de carne porcina de la Unión Europea. Se trata de una enfermedad viral de alta mortandad, sin vacuna eficaz, que al ingresar a una granja puede provocar pérdidas casi totales del rodeo. Aunque no afecta a los seres humanos, su impacto productivo y comercial es severo, ya que la detección de un brote implica el cierre inmediato de mercados internacionales.

El principal vector de propagación sigue siendo el jabalí europeo, lo que dificulta el control sanitario. A pesar de décadas de investigación, no existe una vacuna efectiva, y los ensayos realizados en China y Estados Unidos no arrojaron resultados concluyentes. Europa trabaja actualmente en nuevas líneas de investigación, pero sin soluciones comprobadas en el corto plazo, lo que mantiene en vilo a toda la cadena porcina internacional.

En este contexto, Argentina se consolida como un país con estatus sanitario privilegiado. El sector porcino nacional es libre de peste porcina africana, peste porcina clásica y del síndrome respiratorio y reproductivo porcino, gracias a los controles del Senasa. Las únicas enfermedades presentes son triquinosis y Aujeszky, ambas bajo control, lo que posiciona al país con ventajas competitivas claras frente a escenarios sanitarios críticos en Europa.

Además, el escenario internacional refuerza las oportunidades para la producción porcina argentina. El consumo interno ya supera los 23,5 kilos por habitante y podría alcanzar 34 o 35 kilos en los próximos años, impulsado por mejores precios relativos, mayor aceptación del consumidor y facilidad de preparación. A esto se suma una alta eficiencia productiva, con granjas que logran hasta 4.400 kilos de carne por cerda por año, fortaleciendo el potencial de crecimiento del sector en un contexto global desafiante.

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