La buena oferta forrajera, los precios firmes y un crecimiento en la cantidad de vientres impulsan la ganadería y la lechería, pero el exceso de agua y los problemas de sequía marcan los riesgos para el próximo año.
La ganadería argentina cierra 2025 con un panorama favorable, reflejado en la buena oferta forrajera, el incremento de vientres en servicio y una demanda internacional sostenida de carne vacuna. Según una reciente encuesta de CREA, el 2025 cerró con un aumento del 5,5% en los vientres de las empresas ganaderas consultadas, lo que refleja el optimismo del sector para el año próximo. A su vez, se destaca que la condición corporal de los animales es mayoritariamente buena o muy buena en todo el país.
Sin embargo, el clima sigue siendo un factor determinante. Mientras que algunas regiones de Buenos Aires enfrentan excesos hídricos, el sur del país, en especial la Patagonia, atraviesa problemas de sequía, lo que puede limitar la expansión de la actividad ganadera. Este escenario mixto obliga a los productores a seguir de cerca las condiciones climáticas, mientras avanzan con planes de cría y recría más eficientes.
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El mercado de la carne vacuna se ve favorecido por la alta demanda internacional, pero los productores están optando por animales más pesados, lo que mejora la competitividad de las exportaciones. En paralelo, el sector ovino creció en promedio un 2,7%, beneficiado por una recuperación en los precios y una mejora en la oferta forrajera, aunque enfrenta obstáculos como el abigeato y la proliferación de jaurías.
Por su parte, la lechería mantiene expectativas positivas. Los grupos CREA lecheros observan un buen nivel de reservas forrajeras, lo que promete una mejora en la producción en 2026. A pesar de la baja en los precios reales, los precios relativos continúan siendo buenos, lo que permite a las empresas tamberas invertir en la intensificación y eficientización de sus producciones.
Este optimismo general se ve condicionado por el cambio climático y los costos operativos crecientes, lo que llevará a los productores a ser más estratégicos en sus decisiones a medida que avancen hacia 2026.
Fuente: La Nación e Infobae




