Tras semanas de estabilidad y bajas, el precio de los alimentos básicos volvió a subir impulsado por aumentos en azúcar, verduras, carnes y panificados. No obstante, la inflación mensual proyectada se mantiene por debajo del 2,8% de abril.
Los precios de los alimentos registraron un repunte significativo en la tercera semana de mayo, con una suba del 2,1%, según datos relevados por la consultora LCG. Este incremento rompe con la tendencia de estabilidad e incluso deflación que se había observado en las semanas anteriores, donde se habían registrado alzas moderadas del 0,3% e incluso una caída del 1,6% en la segunda semana del mes.
Entre los productos que más aumentaron se destacan el azúcar (5,3%), verduras (4%), carnes (2,2%) y panificados (2%). También hubo subas relevantes en lácteos y huevos (1,9%), aceites (1,2%) y frutas (1,1%), lo que generó presión sobre el índice general de alimentos relevado semanalmente sobre una base de 8.000 productos auditados.
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Pese al fuerte salto semanal, el promedio mensual móvil de las últimas cuatro semanas aún muestra una deflación de 0,2%, lo que contribuye a mantener las expectativas de inflación contenida para mayo. Analistas destacan que, si bien el repunte es puntual, la proyección del IPC para este mes sigue por debajo del 2,8% registrado en abril.
La evolución de la inflación en lo que resta de mayo estará influenciada por factores como la rebaja en los precios de los combustibles y el freno en los aumentos de tarifas, elementos que podrían ayudar a mitigar la presión inflacionaria acumulada por la suba de alimentos. Aun así, la volatilidad en productos frescos y de consumo masivo mantiene en alerta al mercado y a los consumidores.