Te contamos cuáles son los principales géneros que se hallan en la Argentina y cómo trabajan. A su vez, las alternativas para combatirlas y cómo hacer un veneno casero
Si bien las hormigas cortadoras de hojas atacan todo el año, durante la primavera pueden provocar verdaderos desastres, ya que prefieren los brotes. En cuanto a su accionar -en diferentes trabajos de jardinería e investigaciones del Inta-, se dice que, en general, “una planta difícilmente puede resistir el ataque de hormigas, dos veces. Luego muere, porque no tiene la energía suficiente para reponerse”.
Estos insectos, de aparato bucal cortador, tienen organización social y viven en nidos. ¿Todas ellas son peligrosas? No. Son las hormigas obreras las que causan los daños, debido a la cortadera de hojas, brotes y flores. Estos insectos, si bien es posible observarlos durante el día, también tienen actividad nocturna.
Causan severos daños porque suelen dejar totalmente desprovistas de hojas a las plantas atacadas. A la hora de identificar estas hormigas, hay que tener en cuenta que existen dos grupos de especies: las cortadoras (plagas de nuestras plantas, usualmente de color oscuro y con nidos subterráneos) y las carniceras (no solo no son plagas, sino que son benéficas, ya que en su dieta incluyen otros insectos; usualmente son de color rojo y sus hormigueros son sobre la superficie -montículos-).
Las hormigas cortadoras halladas comúnmente en los viveros y jardines pertenecen a los géneros Acromyrmex y Atta. Conocer su género permite combatirlas de manera más efectiva. No obstante, hay que considerar que las aplicaciones para jardines (e incluso, viveros) son diferentes a las forestales o industriales.
Cómo combatirlas
En principio, debe quedar en claro que estos insectos no se alimentan de las hojas que cortan, sino de un hongo que cultivan (gracias a dichas hojas) dentro del hormiguero.
Básicamente, para combatirlas, tenemos tres herramientas: el polvo, que actúa como una barrera para evitar el ataque; el líquido, que se aplica ante el ataque directo y elimina el hormiguero en el momento; y el cebo, que permite destruir el refugio cuando no se tiene acceso a las bocas principales, y, por tal motivo, no se puede aplicar el líquido (un dato importante: los cebos no deben ser tocados con las manos y deben permanecer secos para que conserven su poder de atracción).
De estas tres herramientas, las más populares son los hormiguicidas basados en cebos tóxicos, que consisten en un insecticida granulado recubierto por una sustancia azucarada atractiva para las hormigas. Los cebos son colocados en las cercanías de los caminitos que dejan las hormigas; ellas los llevan al hormiguero donde liberan el principio activo (Sulfluramida).
Veneno casero para hormigas
Quienes quieran intentar el control de las hormigas por otros medios alternativos pueden fabricar un cebo tóxico de la siguiente manera: tomar un kilo de arroz partido, un sobre de polvo para preparar un litro de jugo de naranja (no dietético) y medio litro de agua; en un recipiente de boca ancha, verter el sobre de jugo en el medio litro de agua (resulta una concentración de polvo doble que la utilizada para beber), luego agregar el arroz y dejarlo varias horas para que absorba el jugo. Posteriormente, distribuir el arroz para que se seque al sol; una vez seco, se guarda y está listo para usarse de igual manera que los cebos químicos.
El aroma a naranja es atrayente para las hormigas que llevarán los granos al hormiguero; luego, las condiciones de oxígeno escaso y la alta temperatura del hormiguero generan la fermentación alcohólica del arroz que mata los hongos que crecen en su interior y son el alimento de las hormigas.
Otra opción, que es válida en el caso de tener localizada la boca del hormiguero, es hacer una pasta semilíquida con levadura (un sobre de 20g), dos cucharadas soperas de azúcar y agua. Sin tocarla con las manos, se debe verter la misma por la boca de la cueva (las levaduras competirán por el espacio con los hongos que viven en el hormiguero y restarán alimento a la colonia)
En relación con los venenos, destacamos que una de las preocupaciones de la gente es saber si estos pueden ser peligrosos para los animales y las personas. En ese sentido, los especialistas señalan que todo depende de cada producto, la concentración de su principio activo y la forma de aplicación. En general, puede indicarse que la aplicación de cualquier producto que tenga banda toxicológica de color verde, aplicado según las instrucciones del fabricante, no es peligrosa.