Es por todos conocidos el nivel de deterioro de los suelos de nuestra región, sometidos a un proceso de más de cien años de agricultura, que tuvo como objetivo principal y excluyente la obtención de la máxima rentabilidad y en contrapartida se ha tenido muy poco en cuenta la necesidad de mantener su capacidad productiva.
Aunque en general los suelos productivos de la provincia en su gran mayoría son de buena fertilidad (física, química y biológica), el mal manejo productivo, y el incremento de rendimiento sin la reposición adecuada de nutrientes, llevará a que los mismos vean disminuidas estas propiedades. Pensando en la sostenibilidad en el tiempo de los sistemas de producción, se hace necesaria la implementación de prácticas básicas como siembra directa, rotación de cultivos y fertilización equilibrada.
Una manera de prevenir esta situación, es la utilización de una herramienta muy útil, que consiste en el análisis de suelo, este permite, a través de la toma de muestras y su posterior análisis químico, en caso de lotes en producción, determinar el nivel de disponibilidad de nutrientes y a partir de allí, a través del conocimiento de las necesidades de los cultivos, hacer recomendaciones de fertilización para lograr mejores rendimientos; y en el caso de campos nuevos, determinar en primera instancia los distintos tipos de suelos que pueden presentarse en un establecimiento y a partir de allí, conocer la aptitud de los mismos.
El diagnóstico de fertilización, permitirá de acuerdo al manejo establecido en el sistema de producción, hacer una fertilización de balance (aportando lo que le falta al suelo para llegar a un rendimiento esperado) o bien fertilización de restitución (agregando la totalidad de los nutrientes que extrae el cultivo).
Para que el dato analítico reportado por el laboratorio sea útil, es imprescindible realizar un muestreo adecuado de suelos, ya que en esta etapa es donde se define la exactitud de los resultados del análisis y por ello se debe conocer que existen varios procedimientos de muestreos. Estos, y todos los parámetros obtenidos en el análisis están condicionados por cómo y qué se muestrea.
Se debe tener en cuenta que, para una correcta toma de muestras de suelo se deberían considerar el momento y profundidad de muestreo según el nutriente a cuantificar, el número de submuestras por muestra (de 25 a 50), los elementos utilizados para la extracción y el acondicionamiento de las muestras hasta su llegada al laboratorio (Reussi Calvo). El análisis de suelo se recomienda realizar una vez que termina cada ciclo productivo o se hace rotación de los cultivos.
Un análisis completo deberá tener en cuenta el pH, la Conductividad Eléctrica, Carbono total, Nitrógeno total, Materia Orgánica, Bases de cambio (calcio, magnesio, potasio, sodio), Capacidad de intercambio catiónico (CIC), fósforo extractable, nitratos, azufre y micronutrientes: hierro, manganeso, cobre, zinc, boro, molibdeno. Textura (arena, limo, arcilla). (Roberto M. Afonso)
En función de la interpretación de dicho análisis, el profesional que lo asesora podrá no solo saber que nutrientes están en falta o en exceso, sino que también podrá corregir los defectos de ese suelo (acidez o alcalinidad, compactación, exceso de sodio, etc.); mejorando la estructura del mismo, aumentando la porosidad y disponibilidad de nutrientes, corrigiendo el pH y/o eliminando el exceso de sodio y sales. Todo ello permitirá un mayor desarrollo de los microorganismos, lo que a lo largo del tiempo conducirá a un aumento del contenido de la materia orgánica en el perfil del suelo. (Roberto M. Afonso)
¿Cuál es la utilidad de los análisis de suelos?
- Constituyen la herramienta más eficiente para evaluar la fertilidad del suelo y su capacidad productiva.
- Determinan la disponibilidad de los nutrientes en el suelo y la probabilidad de respuesta a la fertilización
- Permiten definir la capacidad de uso de los suelos
- Brindan información central para la planificación de los cultivos y las rotaciones
- Permiten un monitoreo de variables de fertilidad (como salinidad-sodicidad en lotes regados, mapeo de nutrientes para manejo sitio-específico, etc.)
Realizando un análisis de suelo, el agricultor obtendrá mejores rendimientos y productos de mayor calidad gracias al equilibrio entre nutrientes, pudiendo “optimizar los costes” de producción gracias al uso de fertilizantes en la cantidad exacta y en el momento oportuno. Por el contrario, sin un correcto análisis de nuestros suelos estaríamos a ciegas ante la toma de decisiones en el abonado, aplicando de menos e impidiendo conseguir los objetivos de cosecha o aportando en exceso y encareciendo, así, nuestro proceso productivo, provocando desequilibrios físicos químicos. (Álvaro G.J – Técnico Laboratorio Fertibox.)
El análisis de suelo es una práctica de manejo y de inversión de bajo coste en base a la cual se toman decisiones de alto coste y, realizar un análisis de suelo aportará mucha información sobre las parcelas y ayudará a optimizar la producción.
Finalmente, es importante recordar que, no debe ser responsabilidad de un laboratorio realizar recomendaciones precisas sobre la fertilización del suelo, entre otras cosas, porque en la toma de decisiones influyen muchos factores que no son tenidos en cuenta solo por analizar una muestra.
Ing. Agr. Melani del Valle Pepermans