Con los cambios contante de temperaturas, el ambiente seco o con la humedad, aparecen las alergías. En esta nota te vamos a enseñar como elaborar una infusión de jengibre para contrarrestar estos malestares.
El protagonista de esta nota es el jengibre, también conocido como kion. Esta raíz «milagrosa» por sus múltiples propiedades a la salud es utilizada desde hace miles de años como medicina en China y otras partes del mundo. Se emplea de distintas maneras, tanto en comidas, dulces y en infusiones. El consumo del jengibre ayuda a mitigar ciertas dolencias y malestares, ya sea gástricos, hepáticos, inflamaciones, dolores musculares, náuseas, y es muy efectivo contra resfríos y la tos.
Si tenemos que mencionar algunos beneficios más, podemos agregar que es utilizado para perder peso, también para combatir el envejecimiento prematuro, y dentro de los beneficios más importantes, también se consume moderadamente para combatir cáncer de colon y de ovarios.
El jengibre es una raíz comestible, muchos prefieren la ralladura de jengibre para sumarle a las comidas, ya sean ensaladas o guisos. Otros utilizan el jengibre en rodajas o pequeños trocitos, para darle sabor a las elaboraciones culinarias, ya que aporta cierto toque picantón, y es ideal para facilitar la digestión después de las comidas. Otra manera de conseguir el jengibre, es en polvo o deshidratado, que se adquiere en las dietéticas o casa de productos naturales.
Tras esta reseña, pasaremos al eje central de esta nota, y es la manera correcta de preparar una infusión de jengibre para aliviar los síntomas y efecto de las alergias. A veces las alergias se manifiestan con tos, estornudos, rinitis, incluso derivan al dolor de garganta, a la congestión aguda y culminan con resfríos y gripes.
Para poder aliviar todos estos malestares, nada mejor que emplear el jengibre en una infusión, a la que puedes agregarle miel y limón, para potenciar su efecto descongestivo. A continuación te enseñamos la mejor manera de elaborar este té.
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¿Qué vas a necesitar?
- –Un trocito de jengibre fresco
- -zumo de medio limón
- -Una cucharada de miel
¿Cómo elaborarlo de manera efectiva?
1- Primero que nada vamos a poner un poco de agua a hervir, como para una taza de té. Preparamos una taza grande y una cuchara chica.
2- Tomamos el trocito de jengibre y lo rallamos, podemos utilizar un rallador de manzana o el rallador de verduras. Lo importante es lograr una ralladura bien fina. Cómo para que te hagas una idea, el trocito de jengibre que vas a utilizar tiene que ser en rodaja y de no más de 2 centímetros de espesor.
3- Colocamos el jengibre rallado en una taza y agregamos el agua caliente. Dejamos reposar por 3 minutos aproximadamente.
4- Pasado este tiempo, pasamos el líquido a través de un colador a otra taza. Aún caliente, añadimos una cucharada de miel y removemos, para que la miel se disuelva. Seguido a esto, agregamos el zumo de limón. Listo.
Podemos dejar reposar por un minuto más, lo ideal es tomarlo más bien entre tibio y caliente, para que las propiedades del jengibre actúen de manera eficiente, sobre todo podrás sentir el vaho mentolado ingresar por tus fosas nasales, lo que es ideal para descongestionar, aliviando y aflojando secreciones mucosas.
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Con información de: https://www.tuasaude.com/
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