Mientras el agro obtiene beneficios fiscales con condiciones, la pesca enfrenta aumentos impositivos que agravan su crisis.
El Decreto 38/2025 dispuso la reducción de retenciones para los principales granos y la eliminación total de los derechos de exportación para algunas economías regionales. Sin embargo, el sector pesquero fue excluido, a pesar de ser un actor clave en el comercio exterior.
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Para empeorar la situación, el Consejo Federal Pesquero aumentó el Derecho Único de Extracción (DUE) hasta un 234% en promedio, afectando a especies de alto valor como el calamar (+509%) y la merluza negra (+158,9%). Empresarios del sector advierten que el aumento de costos en dólares y la baja de precios internacionales hacen inviable la rentabilidad.
Mientras que las agroexportadoras deben cumplir con requisitos para acceder a la baja de retenciones, la industria pesquera no solo quedó fuera del alivio fiscal, sino que enfrenta más impuestos en plena crisis, lo que genera preocupación en un sector que exporta más de 2.000 millones de dólares anuales.
