La combinación de membrana biológica y química artificial podría impulsar futuros organismos sintéticos.
Investigaciones sugieren que hay nueva forma de comer dióxido de carbono. Los científicos, con el paso de los años han construido una versión artificial de un cloroplasto, las estructuras fotosintéticas dentro de las células vegetales. Utiliza la luz solar y una vía química diseñada por laboratorio para convertir el CO 2 en azúcar.
La fotosíntesis artificial podría usarse para conducir pequeñas fábricas de energía solar que no son vivas y que producen fármacos terapéuticos. Y debido a que la nueva vía química es más eficiente que cualquier cosa que la naturaleza haya desarrollado, el equipo espera que un proceso similar algún día pueda ayudar a eliminar el CO 2 de la atmósfera, aunque no está claro si podría convertirse a gran escala.
La espinaca, como muchas otras plantas, tiene la increíble capacidad de convertir la luz del sol, el agua y el dióxido de carbono en azúcar. Este proceso se conoce como fotosíntesis.
¿Cómo funciona la magia?
Dentro de las hojas de la espinaca, hay unas pequeñas estructuras llamadas cloroplastos. Estos cloroplastos contienen una sustancia verde llamada clorofila, que es la encargada de capturar la energía de la luz solar. Una vez que la clorofila absorbe la luz, se inicia una serie de reacciones químicas que transforman el dióxido de carbono y el agua en glucosa (un tipo de azúcar) y oxígeno.
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¿Para qué usan las plantas el azúcar que producen?
- Alimento: La glucosa es la principal fuente de energía para la planta, necesaria para crecer, desarrollarse y realizar todas sus funciones vitales.
- Construcción: La glucosa también se utiliza para construir otras moléculas orgánicas importantes, como la celulosa que forma las paredes celulares de las plantas.
- Almacenamiento: El exceso de glucosa puede ser almacenado en forma de almidón, para ser utilizado cuando la planta lo necesite.
La importancia de la fotosíntesis
La fotosíntesis es un proceso fundamental para la vida en la Tierra. Gracias a ella:
- Producción de oxígeno: Las plantas liberan oxígeno como producto de la fotosíntesis, el cual es esencial para la respiración de la mayoría de los seres vivos.
- Base de la cadena alimentaria: Las plantas son la base de la cadena alimentaria, ya que proporcionan alimento a herbívoros, carnívoros y omnívoros.
- Absorción de dióxido de carbono: Las plantas absorben el dióxido de carbono de la atmósfera, contribuyendo a regular el clima.
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En resumen, si existe es una investigación y modificación genética de plantas, incluida la espinaca, con el objetivo de mejorar ciertas características. Por ejemplo, científicos han trabajado en:
- Espinaca modificada genéticamente para producir compuestos bioluminescentes: Esto significa que la planta podría emitir luz propia, pero no tiene nada que ver con una mayor producción de azúcar.
- Espinaca como biosensor: Se han desarrollado espinacas que pueden detectar explosivos en el agua subterránea y enviar una señal a los científicos.
¿Cómo las plantas, como la espinaca, convierten la luz del sol en azúcar?
Este proceso se llama fotosíntesis. Las plantas utilizan la energía de la luz solar, el agua y el dióxido de carbono para producir glucosa (un tipo de azúcar) y oxígeno. Este azúcar es la fuente de energía que las plantas utilizan para crecer y desarrollarse.
En resumen, la espinaca, al igual que todas las plantas, es una pequeña fábrica que utiliza la energía del sol para crear su propio alimento. Este proceso no solo beneficia a la planta, sino que también es fundamental para el equilibrio de nuestro planeta.
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