Consultoras detectan una aceleración en precios, con subas semanales en alimentos que presionan sobre costos y márgenes del agro.
La primera semana de diciembre mostró una inflación del 1,7%, según el economista Orlando Ferreres, reflejando una aceleración que impacta de lleno en la cadena agroalimentaria. Mientras el INDEC prepara el dato oficial de noviembre —que estaría por encima del 2,3%— los aumentos de servicios y combustibles ya comienzan a trasladarse al costo del transporte, la producción y la logística del agro.
Las mediciones privadas también marcan tensión: LCG registró subas del 0,7% en alimentos en apenas siete días, lo que empuja la inflación mensual al 3,7% y eleva la presión sobre la industria alimentaria. Los ajustes en servicios —2,8%— y en combustibles, con incrementos casi diarios, agregan un componente adicional que golpea al sector productivo.
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Por su parte, EcoGo midió un alza del 0,4% en alimentos, aunque con leve desaceleración respecto de la semana previa. Según la consultora, la inflación de productos consumidos dentro del hogar rondaría 2,2% en diciembre, mientras que el indicador general de alimentos se ubicaría en 2,1%.
Si bien Ferreres proyecta una inflación anual cercana al 30% en 2025, las consultoras advierten que diciembre suele mostrar un comportamiento particular por el mayor consumo de fin de año y los ajustes en tarifas y transporte, factores que repercuten en los costos de toda la cadena agroexportadora.




