El frío se afianzará en el país y las progresivas entradas de aire antártico polar tienen una explicación. Este formato en la circulación atmosférica puede dejar temperaturas bajas históricas para varias regiones de Argentina.
Más allá del desafío que el tiempo atmosférico representa para los meteorólogos y climatólogos, existe una relación significativa en el clima en país y el estado de las aguas del Pacífico ecuatorial, lo que interfiere en los patrones climáticos en el Cono Sur, incluyendo las entradas de aire polar a Argentina y Chile.
Cuando las aguas del Pacífico ecuatorial se encuentran en una fase de «neutralidad» (sin El Niño ni La Niña), se alteran los patrones de circulación atmosférica a gran escala. A continuación, te explicamos cómo esto puede promover mayores ingresos de aire polar.
Durante la neutralidad del ENOS, la configuración de los centros de alta y baja presión en el Pacífico y en el Atlántico Sur puede propiciar un «corredor» más favorable para el avance de masas de aire frío de origen polar, por lo que se produce una circulación atmosférica modificada. Las altas presiones que suelen formarse al oeste de la Patagonia pueden intensificarse o posicionarse de manera que dirijan las masas de aire polar directamente hacia el continente sudamericano, en lugar de desviarlas hacia el océano.
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En ocasiones, durante fases como La Niña (aguas más frías en el Pacífico ecuatorial), puede haber un mayor bloqueo atmosférico sobre el Pacífico que dificulta el ingreso de frentes fríos al continente. En la fase neutral, este bloqueo podría ser menor, permitiendo que las masas de aire frío avancen con mayor facilidad desde el Polo Sur.
A todo esto, la posición e intensidad de la corriente en chorro polar (un flujo de aire rápido en la atmósfera superior) también se ve influenciada por el ENOS. Una fase neutral puede llevar a una corriente en chorro más ondulada o con un trazado que favorezca el desprendimiento de masas de aire frío hacia latitudes más bajas en Sudamérica.
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Entonces, para resumir, la neutralidad del Pacífico ecuatorial no necesariamente «causa» el aire polar, sino que puede generar condiciones atmosféricas que son más propicias para que las masas de aire frío que se originan en la Antártida y el Océano Austral logren avanzar e ingresar con mayor frecuencia y/o intensidad sobre Argentina y Chile.
Esto se traduce en la posibilidad de un invierno potencialmente más frío, con la ocurrencia de nevadas, heladas más extendidas y frecuentes, afectando a vastas regiones como la Patagonia, el área pampeana, centro del país, región de Cuyo y el NOA, así como gran parte del territorio chileno.
