El Departamento de Agricultura de Estados Unidos reclasifica las legumbres como fuente de proteínas, destacando su gran aporte nutricional y su potencial en la dieta diaria.
Estados Unidos ha reconocido el alto valor proteico de estas semillas, reclasificándolas del grupo de los vegetales al de las proteínas en sus nuevas guías alimentarias. Este cambio, aunque aparentemente menor, refleja una transformación significativa en las recomendaciones nutricionales, subrayando la importancia de las legumbres como fuente primaria de proteína en la alimentación. Las legumbres, como las arvejas, lentejas, garbanzos y porotos, aportan no solo proteínas, sino también una variedad de nutrientes esenciales como vitaminas A, B, C, D, E y K, y minerales como hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc.
Según la licenciada en Nutrición Rocío Oyola, este cambio responde a estudios científicos que avalan los beneficios de sustituir las proteínas animales por proteínas vegetales, promoviendo un enfoque más saludable y sostenible en la alimentación. Las legumbres, además de ser una excelente fuente de proteínas, son naturalmente bajas en sodio y ricas en ácidos grasos poliinsaturados. También se destacan por su alto contenido de fibra, que favorece la microbiota intestinal y regula el tránsito intestinal, además de ser una fuente de hidratos de carbono complejos con bajo índice glucémico, ideal para personas con diabetes.
Nota que te puede interesar: Actualizan el Código Alimentario Argentino con nuevas normativas sobre BPA y productos derivados del maní
Este nuevo enfoque en las guías alimentarias refleja la creciente popularidad de las dietas vegetarianas y veganas, y subraya la necesidad de investigar y promover fuentes alternativas de nutrientes. En este contexto, las legumbres ofrecen una alternativa versátil que se adapta a múltiples preparaciones, tanto dulces como saladas, y son una opción rica, nutritiva y accesible para una alimentación equilibrada.
La actualización de las guías alimentarias de Estados Unidos no solo reconoce el valor nutricional de las legumbres, sino que también impulsa un cambio cultural hacia una dieta más variada y sostenible, con un énfasis en los alimentos de origen vegetal.