A un año de un desastre agrícola: La chicharrita arrasaba con el maíz en varias regiones del país

Las elevadas temperaturas y las lluvias en los primeros meses del 2024 provocaron efectos indeseados en cuanto a la proliferación de los insectos que conforman las plagas agrícolas.

La chicharrita del maíz provocó estragos en los primeros días de abril del 2024 en los cultivos en varias provincias argentinas, afectando mayormente a Tucumán, el norte de Córdoba y el norte y sur de Santa Fe, donde los cultivos de maíz tardío se vieron particularmente afectados por este insecto, que en los últimos tiempos se ha expandido y proliferado rápidamente a causa del clima dominante, y el arrastre de largos periodos de calor y ausencia de frío contundente en temporadas de otoño-invierno.

Ante este panorama que ha complicó a miles de hectáreas dedicadas a al cultivo de maíz, muchos productores, ante las pérdidas inevitables, no tuvo más alternativa que picar el maíz y destinarlo a forraje, ingresando los animales al campo. 

Los informes en aquel momento indicaron que el norte del país y en partes de las provincias de Córdoba y Santa Fe se esperan perdidas importantes, lo que fue alrededor de 2,5 millones de toneladas, equivalente al 5% de la cosecha proyectada, así lo estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires entre el 7 y 9 de abril del 2024.

Con la plaga de la chicharrita del maíz, bien instalada, la incidencia de enfermedades transmitidas por el insecto, se ajusta la estimación de producción a 52 millones de toneladas.

La preocupación del INTA

Los especialistas del INTA reportaron en aquel momento una importante plaga agrícola que mantuvo en alerta a los productores. Las altas temperaturas registradas en el 2023, sumado a las abundantes lluvias y lo que fue un otoño con temperaturas superiores a la media normal, sumado al escalonamiento en las fechas de siembra, fueron los detonantes de la rápida reproducción y migración de esta plaga conocida como la chicharrita del maíz, que se ha expandido rápidamente en varias regiones agrícolas, generando la preocupación de los productores.

La chicharrita del maíz es el vector del patógenos que producen la enfermedad del achaparramiento del cultivo del maíz. Este insecto se expandió desde el norte argentino hasta la zona núcleo, lo que está provocando un problemas en la fisiología y desarrollo de las plantas de maíz en la presente campaña.

Desde la entidad de investigación INTA detallaron que este insecto tiene entre 3 a 4 milímetros de longitud, posee una coloración amarillo pálido y tiene dos manchas redondas negras sobre el vértice de la cabeza, por lo que es fácil de identificar. Los individuos adultos se alojan en hojas o tallos y las ninfas jóvenes se encuentran preferentemente en las hojas jóvenes de cogollo de la planta de maíz, sobre todo.

Fotografía gentileza de INTA

Dentro de un panorama que trajo mucha preocupación en el campo, sobre todo a los productores agrícolas dedicados al cultivo de maíz. Los especialistas del INTA señalaron que durante esa campaña cobró importancia una enfermedad conocida como el achaparramiento del maíz (corn stunt), producida por el Mollicute Spiroplasma kunkelii. Así lo expresó Diego Szwarc -investigador del INTA Reconquista, provincia de Santa Fe durante aquellos días.

También se explicó que “la chicharrita es endémica de la zona norte de la Argentina, tanto del NOA como del NEA” y, «si bien su aparición se produce todos los años en estas zonas, durante la campaña, se llegaron a detectar chicharritas desde muy temprano debido a un invierno del 2023 muy cálido, con pocas heladas y de baja intensidad». Siendo el factor climático el causante de la rápida evolución y expansión de la plaga.

En consecuencia, la chicharrita del maíz estuvo presente en los primeros maíces sembrados en el norte, aumentando su crecimiento poblacional, ya que el insecto sobrevivió a esas condiciones ambientales que se arrastran desde ya hace más de medio año.

Por último, el especialista Diego Szwarc explicó » el insecto necesitó del maíz para alimentarse y sobrevivir. Este escalonamiento ayuda a que la chicharrita, a medida que va migrando, siempre encuentre el cultivo en un estado óptimo para su crecimiento, desarrollo y transmisión del complejo de la enfermedad”.

La situación actual de la plaga

En el año 2025, las estrategias de manejo integrado de plagas implementadas en los cultivos de maíz demostraron una notable eficacia contra la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis). A diferencia de años anteriores, donde este insecto vector había causado pérdidas significativas, en esta ocasión se logró mantener sus poblaciones bajo control. Factores como la adopción de variedades de maíz resistentes, el monitoreo constante de los campos y la aplicación oportuna de medidas de control biológico y químico contribuyeron a mitigar el impacto de la plaga.

Como resultado, la proliferación de la chicharrita en el campo se mantuvo a niveles mínimos, lo que protegió tanto las cosechas como las siembras de maíz. Esta situación favorable permitió a los productores asegurar rendimientos óptimos y evitar las pérdidas económicas que suelen asociarse con la presencia de esta plaga. Además, la reducción en la incidencia de la chicharrita disminuyó el riesgo de transmisión de enfermedades asociadas, como el achaparramiento del maíz, lo que contribuyó a la salud general de los cultivos

Síntomas de Spiroplasma que produce el achaparramiento del maíz. A la izquierda: hojas rojizas, entrenudos cortos y múltiples espigas; a la derecha: infertilidad de la espiga. Créditos: Ing. Agr. Alejandro Ramos (Chacra Sacháyoj Aapresid) e Ing. Agr. Victorio Morand (RTD Chacra Sacháyoj Aapresid).

Con información de: https://www.agrositio.com.ar/ https://news.agrofy.com.ar/

Fotografía de portada de la nota: Créditos: Ing. Agr. Alejandro Ramos (Chacra Sacháyoj Aapresid) e Ing. Agr. Victorio Morand (RTD Chacra Sacháyoj Aapresid).

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