El campo argentino alberga mitos y leyenda que lo hacen atractivo para todos aquellos que les atrae el misterio. «La Telesita» está entre las más difundidas en el norte del país, sobre todos entre los que trabajan en el monte de Chaco y Santiago Del Estero.
La historia cuenta que Telésfora Castillo vivía en los montes del departamento de Figueroa, en Santiago del Estero, era muy pobre, por eso “la Telesita” siempre andaba descalza y con ropa harapienta. En una fría noche de invierno, buscando calor, murió cuando se acercó demasiado a una fogata. La leyenda cuenta que la joven se quedó dormida en el lugar y sus ropas se prendieron fuego con las mismas brasas de la fogata, el incendio la atrapó y terminó con su vida.
La joven Telésfora era muy inocente, por lo que se acercó mucho al fuego de esa fogata para calentar su cuerpo, pero no midió las consecuencias. Se posó sobre un grueso tronco seco que estaba caído y rápidamente el fuego se extendió al resto del lugar, lo que se transformó en un incendio, de donde la joven no puso escapar.
Con su vestido hilachento prendido fuego, Telésfora corrió unos metros, hasta que su cuerpo no soportó más y cayó al suelo, donde las llamas terminaron por consumirla. Esa noche, los lugareños se extrañaron de la ausencia de Telésfora a un baile tradicional, teniendo en cuenta que a ella le gustaba mucho bailar. Al día siguiente, saliendo a la búsqueda de la joven, encontraron su cuerpo carbonizado. El pueblo la lloró.
Si bien esa es la historia de la muerte de Telésfora, quien se convertiría en «La Telesita», la convertiría en un mito. Desde años se dice que su alma vaga errante cerca de los ranchos de los peones que tienen su trabajo en el alto monte. Los relatos la describen como una joven bella, que busca compañía y en su presencia fantasmagórica hay bondad. Más allá de su apariencia, quien lograron verla admiten que en su expresión se trasmite dolor y en su mirada perdida, desazón.
En los montes de Santiago del Estero y Chaco, muchos creen en sus milagros, al tratarse de un “alma bondadosa”, por lo que realizan “las telesiadas” para obtener sus favores. Las “telesiadas” se realizan con bailes que se hacen en su honor en los que abunda el vino, la aloja y se baila hasta el amanecer, ya que Telésfora Castillo era amante del bailes y los festivales de la región.
Las “Telesiadas” además son todo un rito, primero se le debe hacer una petición a la Telesita. Para obtener respuestas, el promesante debe beber siete copas de alguna bebida alcohólica por ella, luego tiene que bailar siete chacareras en su memoria, mientras sigue tomando, hasta que se consumen las siete velas encendidas en un altar previamente preparado dentro de un rancho. Recién una vez consumidas las siete velas, comienza la algarabía general, llena de alcohol, empanadas, asado y al ritmo de guitarras, bombos, bandoneones y violines que tocan gatos, escondidos, malambos, zambas y chacareras, acompañados por el estruendo y la humareda de los cohetes.
Muchos autores folklóricos le han dedicado canciones a este mito popular. La más conocida es una linda chacarera que se llama “La Telesita”
Con información de: https://www.lacapital.com.ar/