El 40,2% de parajes rurales en el país no tiene acceso a internet. Los motivos por los cuales los parajes no tienen conectividad están vinculados, sobre todo, a cuestiones económicas.
Las tecnologías de información y comunicación (tic) se han transformado en un instrumento indispensable en todos los sectores de la actividad económica, social y cultural. El acceso y uso de ellas son, hoy en día, indispensables para el logro de los objetivos de desarrollo, crecimiento y bienestar social de las naciones.
La revolución digital y la de los datos son dos de los mayores cambios de paradigma a escala global, y ambas pueden impulsar nuevos modelos de negocio, nuevas herramientas de políticas públicas y nuevas formas de participación ciudadana sustentadas por la economía digital, para crear sociedades más solidarias y equitativas.
La pequeña y mediana agricultura requiere por tanto incorporar de forma urgente las tic como instrumento de mejora de la gestión productiva y comercial. Las exigencias de los mercados internacionales y, progresivamente, también de los mercados internos, obligan a elevar los estándares de calidad, a mejorar la eficiencia en la gestión y a introducir modalidades de control productivo de alta precisión que solo pueden lograrse con el auxilio de tecnologías digitales. Adicionalmente, la inserción en mercados externos obliga a contar con información permanente y actualizada, y en este sentido el uso de las fuentes digitales y la interacción que ellas posibilitan otorgan ventajas significativas a quienes las manejan.
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Internet en el campo, pero no para todos
El 40,2 por ciento de los parajes rurales de la Argentina no tiene conectividad a internet y el sector más afectado por esta problemática es la agricultura familiar, campesina e indígena, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).
“La problemática de la conectividad no llegó a la ruralidad con la pandemia sino que se encendieron los focos de esta problemática con la pandemia, es una problemática que incide en la cuestión del empleo, en la cuestión de los procesos de desarrollo de ciertos sectores de la ruralidad y en el arraigo de los jóvenes de esos pueblos rurales”, explicó Martín Segura, integrante del equipo que coordinó el relevamiento.
En una muestra parcial que incluyó un total de 311 parajes rurales y periurbanos de 21 de las 24 provincias (200 a 2000 habitantes), el 40,2 % no tiene conectividad.
Esto supone que no hay ningún tipo de acceso a internet, o a un tipo de acceso restringido a un punto, como una escuela u otra institución, pero no de modo abierto a la población.
De ellos, el 72% corresponde hasta 1.000 habitantes y se caracterizan por la presencia casi excluyente de los diferentes tipos de agricultores familiares, campesinos e indígenas.
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Además, en aquellos parajes en los que hay población indígena, la falta de conectividad es mayor: alcanza el 60%.
Familias campesinas indígenas, las más afectadas
En este marco, Segura señaló que “la primera hipótesis que teníamos es que el sector más afectado, que es el sector protagonista en lo productivo y en quienes eran los habitantes de esos parajes, eran las familias campesinas indígenas”.
Efectivamente, los resultados del relevamiento arrojaron que en el 77,6% de los parajes, cuyo tipo productivo es exclusivo de la agricultura familiar, no tienen acceso a conectividad, mientras que, a medida que se van incorporando tipos productivos capitalizados, el acceso crece.
“El 40,2% de los parajes relevados no tiene conectividad y esa cifra se eleva a más del 80% cuando se mide los que no tienen conectividad, los que tienen mala conectividad o los que tienen regular conectividad; es el número más impactante y me parece que es el número que también marca el por qué de las dificultades, más allá del acompañamiento de las políticas públicas, de proyectos de desarrollo y de formación en esos parajes”, planteó el comunicador.
El informe relevó además de la situación de conectividad, el estado de infraestructura disponible en esos parajes para el desarrollo de proyectos que habiliten la conectividad.
Necesidad de obras de conectividad
En este sentido, Segura sostuvo que “si bien no hay conectividad, en muchos de esos territorios hay torres, hay lugares de altura donde se podrían montar torres para obras de conectividad, hay instituciones públicas con internet donde se podrían pensar algunas estrategias que usen la internet ociosa de muchas de esas organizaciones públicas”.
Entre los datos relevantes para la planificación de políticas públicas que posibiliten el acceso a la conectividad y, por ende, al derecho a la comunicación establecido por Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522), se encuentra que en los parajes sin conectividad, en un 77% hay electricidad (condición básica para el desarrollo de proyectos de conectividad), en un 28,8% hay mástiles, y en un 9,6% hay antenas.
Además, en el 52,7% de los parajes relevados hay televisión satelital, en el 50,9% el paraje se encuentra a menos de 10 kilómetros de rutas nacionales y en el 7,3% hay servicio de VHF.
Situación por provincias
Por otra parte, el estudio permitió mapear la situación de conectividad de los parajes por provincias: en La Pampa, Chubut, Tierra del Fuego, Santa Cruz y Río Negro, tienen, en todos los casos, acceso a internet, mientras que los que están en San Luis tienen acceso en el 94,3% y en Entre Ríos en el 93,3%, en Catamarca en el 86%, en Córdoba en el 83,3% y en Corrientes en el 79%.
Mientras que, en ninguno de los parajes relevados en Chaco cuenta con acceso a internet, tampoco tienen acceso el 77,8% de los parajes en Jujuy, el 75,8% de los relevados en Formosa, el 72,2% de los relevados en Tucumán, el 58,8% de los salteños, el 50% en Santiago del Estero y Misiones.
Los motivos por los cuales los parajes no tienen conectividad están vinculados, sobre todo, a cuestiones económicas.