En este artículo todo lo que debes saber sobre el óxido de hierro en las plantas. ¿Es positivo regar con agua de clavos oxidados? ¿Para qué sirven las partículas de hierro?
Las plantas son seres vivos que necesitan una serie de nutrientes para poder realizar sus funciones con normalidad. Algunos de ellos los necesitan en mayor cantidad que otros, pero todos les son muy importantes, incluso el hierro, el cual está considerado como micronutriente.
Cuando les falta, sus hojas enseguida amarillean, luego se vuelven marrones y finalmente se caen. E insisto, es »solo» un micronutriente. Para evitarles problemas, te vamos a explicar qué función tiene, y por qué no es muy recomendable darles óxido de hierro. Muchas personas han extendido rumores sobre que el óxido de hierro se le puede dar a las plantas en forma de riego.
El hierro (Fe) es un micronutriente esencial para reducir los nitratos y sulfatos de la planta. Además, ayuda a la producción de energía, y, lo que nosotros enseguida vemos cuando falta: a la formación de la clorofila (el pigmento verde de las hojas). Hay que dejar claro que no se usa en la síntesis de la misma, pero sí que resulta esencial para que el follaje y los tallos jóvenes tengan ese color verde sano.
Hay que tener en cuenta que, al ser un micronutriente, las plantas lo requieren en cantidades menores si lo comparamos con otros nutrientes primarios o secundarios. Aún con ello, es bastante importante para la salud y el crecimiento de las plantas. La disponibilidad de este depende del pH del sustrato. Si el sustrato es demasiado básico, por lo que tiene un pH mucho más alto, va a perjudicar la incorporación de este micronutriente a las plantas.
En cuanto su función, es un constituyente varias enzimas y algunos pigmentos. Además, ayuda a reducir los nitratos y sulfatos y regula la producción de energía dentro de la planta. Aunque no se usa directamente en la síntesis de clorofila suele ser esencial para la generación de la misma. Por ello, la deficiencia de este mineral suele manifestarse por clorosis en las hojas más nuevas.
¿Cuáles son los síntomas de falta de hierro?
La deficiencia de hierro en una planta se suele manifestar con una clorosis intravenosa en las hojas que son nuevas. Lo primero de todo es determinar la causa de esta deficiencia. Hay que examinar las raíces. Si las raíces están expresadas por un exceso de riego a puede que no sirvan para absorber los nutrientes de forma eficiente. Es importante permitir que el sustrato se pueda secar entre riegos para reducir el estrés de la planta. De esta forma, podemos hacer una aplicación apropiada de un fungicida que funciona por saturación cuando las raíces de la planta están enfermas. A
Si las raíces no encuentran suficiente hierro en la tierra, lo primero que veremos será un amarilleamiento progresivo de las hojas. En principio, solo serán las más nuevas, pero el problema poco a poco irá extendiéndose a las demás.
Otros síntomas que notaremos son:
- Ralentización del crecimiento
- Aspecto »triste» de la planta
- Aparición de plagas y/o enfermedades
¿Es buena idea aplicarles óxido de hierro?
No. El óxido no lo pueden asimilar, por lo que no tiene sentido alguno aplicarlo. Además, para que les fuera útil habría que reducirlo y pasarlo a otras formas solubles. Y eso por no hablar de que, quizás, no tengamos hierro, sino latón o algún metal similar. Por si fuera poco, si llevara plomo u otros metales pesados contaminaríamos el medio ambiente.
Agua de óxido de hierro
Lo que sí podemos hacer es emplear un riego con agua de óxido de hierro. Esta agua se consigue introduciendo clavos oxidados en el agua para que se vayan esparciendo todas las partículas. Al final todas ellas acaban pasando al agua y se puede regar con un agua que tiene una sobredosis de este micronutriente.
Muchas personas dudan si esta práctica es conveniente o no para la salud de las plantas. Hay que tener en cuenta que aquellas plantas que necesitan tierras más ácidas o que no se están cultivando en un medio ácido suelen tener déficit de hierro. Por ello, es conveniente aplicar este tipo de agua con óxidos para reponer esta cantidad de minerales. También ocurre en aquellas plantas que se riegan con agua las más duras que tienen mucha cantidad de cal.
Cuando regamos una planta con agua dura de forma frecuente el pH empieza a subir poco a poco y comienza a producirse la clorosis férrica que se traduce en un amarilleamiento de las hojas. Cuando hay síntomas de las hojas amarillas es por falta de hierro. Al no tener la planta en un pH adecuado y le impide absorber el hierro. Esto hace que dichos síntomas no sean fruto de la falta de hierro, sino que es porque este nivel de pH tan alto lo permite que se pueda absorber.
En estos casos, si abordamos un extra de óxido de hierro gracias al agua en la que hemos sumergido los clavos oxidados, le vamos a dar una sobredosis de este mineral y le pondremos más fácil su recuperación. No es malo echar agua de hierro en las plantas pero, en realidad, se puede conseguir el mismo resultado utilizando quelato de hierro y sulfato de hierro. Utilizar estos compuestos es una práctica mucho más rápida y directa. También es mucho más segura para la planta.
¿Cómo solucionar el problema?
La manera más eficaz -y rápida- de solucionar el problema de la falta de hierro es aportando hierro quelatado. Este lo venden en viveros y tiendas de jardinería, por lo que no nos será difícil encontrarlo.
Diluimos una o dos cucharadas pequeñas (de las de café) en 5 litros de agua, y regamos. Y si aun así esto no nos convence mucho, podremos abonarla con abonos para plantas ácidas, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
Como pueden ver, el óxido de hierro en el agua puede ser una solución ante la falta de este mineral. Espero que con esta información puedan conocer más sobre el óxido de hierro y su importancia para las plantas.