Muchos creemos que con las bajas temperaturas las plagas desaparecen, pero no es así, sino todo lo contrario. En temporada frescas y frías también existen insectos que nos complican la vida en la huerta ecológica y el jardín.
Las plagas en nuestros cultivos son realmente un problema y están presente durante toda época del año, haga frío o calor, siempre hay lugar para la presencia de ciertos insectos. Por este motivo, la Red de Manejo de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) explica el tema.
Dentro de las plagas más conocidas y que afecta a muchos de los cultivos más importantes, está el gusano blanco. A esta larva de insecto les gusta el trigo, cebada, arveja y lenteja. Los más comunes son los Diloboderus abderus. Durante el otoño suelen estar bastante activos, con el contraste de las temperaras más frescas, con momentos de ambiente cálido y húmedo, este tipo de plagas son más frecuentes.
Las larvas son las que más daño generan ya que se alimentan de las semillas, raíces y plántulas. Su presencia se manifiesta cuando empezamos a notar marchitamiento, secado y reducción de las plantas. Además, provoca manchas en el suelo.
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Esta especie se diferencia de otros gusanos blancos por su gran tamaño ya que miden 5 cm y los demás 3.5 cm. Su cabeza es roja y su ancho es similar al de su cuerpo.
Con solo 5 o 6 larvas se puede producir la merma del 10% del rendimiento del cultivo. Para el control de esta plaga se puede tratar las semillas con insecticidas como tiodicarb, tiametoxán, teflutrina e imidacloprid.
Bichos bolita
Conocido también como Armadillidium vulgare, este insecto se alimenta de semillas, cotiledones y hojas durante la implantación. Al igual que el gusano blanco, ataca por manchones.
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Presencia de pulgones
Cuándo comienzan a asomar los días del otoño aparecen las colonias de ciertos pulgones. El pulgón puede tener color negro, amarillo, verde, naranja, etc, con un tamaño aproximado de 1 a 6 mm, lo podemos ver a simple vista, y se encuentran principalmente en zonas cálidas y con poca humedad, siendo su momento de mayor actividad la primavera y el verano. También los terrenos con exceso de fertilizantes favorece su propagación.
Es una de las plagas más comunes. Forman colonias y se alimentan de la savia de las plantas, ya sean plantas de jardín, o como ciertos cultivos. Los síntomas que presenta una planta parasitada son: deformaciones, decaimiento, abolladuras en hojas y flores, pero además por la melaza que escretan atraen a las hormigas que hace que se desarrolle el hongo negrilla, también son transportadores de virus, ralentizan o frenan el desarrollo de la planta y sus frutos, pueden incluso llegar a secar la planta.
Fuente: www.aapresid.org.ar