Productores denuncian que el municipio impulsa un aumento del 10% y nuevos recargos mientras los caminos están intransitables por las lluvias; afirman que no hay obras ni maquinaria suficiente para enfrentar la emergencia.
El avance del proyecto oficialista para aumentar la tasa vial, elevar al 94% la libre disponibilidad municipal y sumar un 2% sobre los combustibles desató un fuerte rechazo en el sector rural. La medida llega justo cuando las inundaciones complican la circulación, cortan accesos y profundizan problemas históricos de mantenimiento.
Los productores aseguran que el distrito atraviesa uno de sus momentos más críticos: más del 50% de los caminos está intransitable y la comisión vial ―con solo cuatro máquinas para 2500 kilómetros― no logra responder a la emergencia. Señalan que las últimas lluvias dejaron zonas aisladas, maquinaria varada y pérdidas productivas, mientras el municipio avanza con aumentos que consideran “un atropello” en plena crisis.
El malestar también crece por la falta de contraprestación. Según los vecinos rurales, “no hay caminos y no hay obras”, y el aumento se percibe como una carga más sin garantías de mejoras. Critican además la “discrecionalidad” en el uso de los fondos, ya que el 94% pasaría a rentas generales, dejando casi sin recursos a la comisión encargada del mantenimiento, que además depende de la autorización del intendente para cualquier compra o endeudamiento.
Frente a las quejas, Moccero defiende la suba y sostiene que la caída de la coparticipación y el costo del hospital local obligan al municipio a conseguir más recursos propios. Pero en el campo consideran que la decisión ignora la emergencia por inundaciones, agrava la tensión y compromete aún más la producción en un año que ya venía golpeado por la falta de infraestructura vial.
