En pocos meses se ha pasado de un pronóstico que sigue apuntando a la «La Niña», pero ahora las lluvias aparecen con contundencia. La realidad climática en Argentina no deja de sorprender a los expertos.
Argentina ha experimentado de manera contundente los efectos del cambio climático, agravados por tres eventos consecutivos de La Niña entre 2019 y 2023. Esta prolongada sequía, acompañada de olas de calor extremas, ha desencadenado una serie de consecuencias sin precedentes: disminución de los caudales de ríos, pérdida de cultivos, incendios forestales devastadores, escasez de agua potable y un impacto significativo en la biodiversidad.
Estos eventos climáticos extremos han puesto de manifiesto la vulnerabilidad del país ante el cambio climático, lo que a la vez se le suman otros fenómenos como ser El Niño y La Niña.
Si bien «La Niña» es un evento que se presenta cada tres a cinco años, las condiciones de dicho fenómeno se mantuvieron en los últimos 3 años, por lo que la región central de Sudamérica ha presentado un clima más seco de lo normal durante este periodo, siendo los últimos 3 meses del año 2022 donde la falta de lluvia se profundizó aún más y los primeros 2 meses del 2023 las olas de calor cobraron protagonismo.
Dentro de este periodo extremadamente caluroso y seco, las lluvias en la zona central de la Argentina fueron la más baja registrada en más de medio siglo, lo que provocó un panorama muy negativo en el plano agrario nacional, golpeando a la producción de cultivos como trigo y soja, entre otros. El fuerte impacto lo sufrieron las principales áreas agrícolas, como ser el área pampeana y la región núcleo, también se sintió en Uruguay, con la declaración de la emergencia hídrica para estas regiones.
Ahora con una posible «La Niña» que parece no definirse del todo, ya que estaba prevista entre octubre y noviembre de 2024, los modelos climáticos indican que de producirse, sería una «Niña» débil, y que las precipitaciones estarían dentro de lo esperado entre diciembre y enero, pero sólo para algunas regiones del país, donde se destacará la mayor frecuencia de tormentas podría generar una variabilidad significativa en la distribución de las lluvias a lo largo de la temporada.
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Otro evento de lluvias abundantes
A corto plazo se esperan lluvias contundentes para el tramo final del mes de noviembre, con un evento de precipitaciones significativas del 24 al 28 del mes, lo que dejaría acumulados superiores a los 80, 100 y 150 milímetros en la región del litoral y zona centro, lo que podría derivar a inundaciones o saturación de los suelos, rompiendo el esquema climatico previsto para el trimestre, ya que se anunciaban precipitaciones por debajo de lo normal, incluso hasta el mes de enero de 2025.
El riesgo de saturación de los suelos durante este episodio de lluvias generalizadas abarca una franja importante en la zona central de Santa Fe, Entre Ríos, áreas de Córdoba y en algunos puntos del norte del país, lo que podría tratarse de otro evento de lluvia contundente en lo que va de la temporada.
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