Tras varios meses con lluvias insuficientes en la principal región productiva, los números arrojan pérdidas millonarias por hectárea de maíz.
La falta de lluvias complica cada vez más al maíz y a la soja en la principal región productiva del país. La región núcleo presenta grandes pérdidas de cultivos a causa de las elevadas temperaturas y la sequía. Un relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario indica que en este sector se perdió un 40% del área implantada con cereales de primera. La entidad también remarca que la pérdida de los productores van desde los u$s789 por hectárea hasta los u$s1.500.
Por otro lado, el cultivo de la soja también pasa por un momento no alentador, ya que el 38% del área implantada atraviesa malas condiciones por la sequía y las recientes olas de calor. En la región núcleo son más de 2,4 millones de hectáreas en estado irregular por las inclemencias climáticas.
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Los asesores de los alrededores de Rosario, ante dantesco panorama, comentan: «Tenemos todo el maíz temprano perdido. Algunos lo picaron. Pero muchos hicieron rollos. Por el bajo volumen de materia verde y el alto costo no conviene picarlo para silo. Si llegara a llover podríamos resembrar algunos lotes».
En el relevamiento se destaca que un 40% del maíz temprano en la región se ha perdido, y de las 120.000 hectáreas que quedan en pie se esperan rendimientos de apenas 60 quintales por hectárea promedio, en el caso de que las lluvias lleguen a la región dentro de los próximos 10 días, según la entidad rosarina.
Los números no son nada positivo en cuanto a las condiciones de cultivo, ya que el 75% del cereal temprano está de regular a malo y un 23% bueno. Solo un 2% se mantiene en muy buen estado, estos son los casos puntuales donde podrían obtenerse 100 quintales, mientras que las lluvias lleguen a la región para aliviar la situación de siembra. A todo esto, los productores apostaron por el cereal de primera implantación, a pesar de que los resultados pueden arrojar resultados negativos.
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Para concluir con la observación, se llegó a la conclusión que el maíz de segunda podría ser la carta salvadora, pero la ausencia de humedad en el suelo está complicando la acción y avance de siembra, por lo que la estimación para la campaña es una caída de los rindes en un 30% en la región núcleo.
Con información de: https://www.agrolatam.com/