La langosta voladora ha sido una plaga recurrente en Sudamérica, causando grandes pérdidas económicas y sociales a lo largo de la historia.
La langosta, una plaga con un historial devastador, ha causado estragos económicos a lo largo de los siglos debido a sus invasiones masivas. Su impacto ha sido tan significativo que algunos países la han declarado como plaga nacional, tal como México lo hizo entre 1924 y 1926, y varios países de Centroamérica en 1955.
Esta declaración como plaga nacional resalta la gravedad de las infestaciones de langostas y las medidas extremas que los países han tomado para combatirlas y proteger sus economías y recursos agrícolas.
El término «langosta» se refiere a algunos saltamontes con la capacidad de migrar. Estos insectos experimentan una transformación cuando su densidad poblacional se incrementa: su comportamiento se modifica, pasando de una fase solitaria a una gregaria, y también se alteran su color y forma. Los grupos de langostas adultas con alas reciben el nombre de «mangas», en tanto que los grupos de ninfas (individuos jóvenes sin alas) se denominan «bandos».
La capacidad de las langostas para experimentar una transformación de fase, conocida como polimorfismo, ha representado un desafío significativo para su clasificación taxonómica. Esta dificultad se manifiesta especialmente en el género Schistocerca, que comprende numerosas especies en el continente americano, donde la identificación precisa se ve obstaculizada por esta variabilidad morfológica.
La langosta, una plaga recurrente a lo largo de la historia, ha causado estragos económicos con sus invasiones masivas. Sus devastadores efectos han llevado a algunos países a declararla como plaga nacional, tal como lo hicieron México en 1924-1926 y Centroamérica en 1955.
La langosta voladora, cuyo nombre científico es Schistocerca cancellata, ha representado una seria amenaza para la producción agrícola en diversas regiones hasta la década de 1960. Sus devastadoras invasiones afectaron significativamente los cultivos, generando grandes pérdidas económicas para los agricultores.
Esta plaga causa estragos en todas las etapas de su desarrollo. Provista de un aparato bucal masticador, característico de los insectos que se alimentan de materia sólida, la langosta ataca la parte aérea de una amplia variedad de plantas, tanto silvestres como cultivadas. Su voracidad se centra en gramíneas y leguminosas, especialmente en plántulas y plantas jóvenes, donde impide el rebrote y compromete el crecimiento futuro de la planta.
En julio de 2015, la langosta voladora resurgió como plaga en Argentina, con importantes ataques registrados cerca de Santiago del Estero y en el sudeste de Tucumán.
Esta reaparición, aunque en focos локаlizados, recordó la capacidad destructiva de esta especie y la necesidad de mantener la vigilancia para prevenir futuros brotes. La langosta voladora, una plaga con historia en Sudamérica, ha causado devastación a lo largo de los siglos, afectando cultivos y la economía de la región.
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La Schistocerca cancellata, conocida comúnmente como langosta voladora o langosta migratoria sudamericana, es una especie de insecto ortóptero que ha sido históricamente una plaga devastadora en Sudamérica.
Características:
- Fase solitaria y gregaria: La langosta voladora tiene la capacidad de cambiar su comportamiento y apariencia física dependiendo de la densidad de población. En bajas densidades, se encuentra en su fase solitaria, con un color verde y un comportamiento menos activo. Cuando la población aumenta, entran en la fase gregaria, con un color amarillo y negro, y un comportamiento migratorio en grandes grupos o mangas.
- Alimentación: Son herbívoras y se alimentan de una gran variedad de plantas, incluyendo cultivos agrícolas, pastizales y vegetación natural.
- Migración: Las mangas de langostas pueden migrar largas distancias, causando daños significativos a los cultivos y la vegetación a su paso.
Impacto histórico:
La langosta voladora ha sido una plaga recurrente en Sudamérica, causando grandes pérdidas económicas y sociales a lo largo de la historia. Se han registrado brotes y mangas de langostas desde tiempos coloniales, afectando la producción agrícola y ganadera de países como Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil.
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Control:
El control de la langosta voladora es un desafío complejo debido a su capacidad de adaptación y migración. Se han utilizado diferentes métodos de control, incluyendo:
- Control químico: Aplicación de insecticidas para eliminar las langostas.
- Control biológico: Uso de enemigos naturales de la langosta, como hongos o parasitoides.
- Control cultural: Modificación de las prácticas agrícolas para reducir las poblaciones de langostas.
- Monitoreo y alerta temprana: Seguimiento de las poblaciones de langostas para detectar brotes y tomar medidas preventivas.
Situación actual:
Si bien la langosta voladora sigue siendo una amenaza potencial, los avances en los métodos de control y monitoreo han permitido reducir el impacto de esta plaga en las últimas décadas. Sin embargo, es importante mantener la vigilancia y seguir investigando nuevas estrategias de control para prevenir futuros brotes y proteger la producción agrícola y la seguridad alimentaria en Sudamérica.
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