El sector agrícola demanda medidas fiscales urgentes ante el aumento de precios de insumos dolarizados y la cercanía de la temporada de siembra de trigo, el cultivo invernal más relevante del país.
El sector agropecuario argentino enfrenta un desafío crucial con la próxima temporada de siembra de trigo, ya que los costos de los insumos han experimentado un vertiginoso aumento desde la devaluación de mediados de diciembre pasado. Con la mayoría de los componentes importados cotizando en dólares, los productores se ven obligados a afrontar una creciente presión económica.
Ante esta situación, el campo ha reiterado su solicitud de reducción de impuestos, especialmente en lo que respecta a las retenciones al trigo, que actualmente alcanzan el 12%. En un contexto de escasa rentabilidad para los productores, la eliminación de estas retenciones se presenta como una medida indispensable para mantener la viabilidad económica del sector.
La Mesa de Enlace ha alertado sobre la alta carga impositiva que enfrenta el sector agrícola, lo que representa un importante aumento en los costos de producción. Además, el precio internacional del trigo ha experimentado una caída del 29%, exacerbando aún más la situación.
En este escenario, los productores necesitan medidas urgentes que proporcionen estímulo y previsibilidad para la próxima cosecha. La reducción de los Derechos de Exportación se plantea como una medida crucial para incentivar la producción y reactivar la economía del país.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) ha señalado que el Estado absorbe el 83,9% de la renta en el cultivo de trigo, lo que representa una carga fiscal desproporcionada para el sector. Ante este panorama, la comunidad agrícola insta a las autoridades a tomar medidas concretas que alivien la presión impositiva y promuevan el desarrollo sostenible del campo argentino.