Socios y exdirectivos denuncian que la conducción de Nicolás Pino busca consolidar su poder con un cambio en la fecha de cierre del balance que, en la práctica, prolongaría su gestión.
A pocos días de finalizada la Exposición Rural en Palermo, la Sociedad Rural Argentina (SRA) enfrenta un clima de creciente tensión interna. La actual conducción, encabezada por Nicolás Pino, impulsa una nueva reforma del estatuto, la tercera desde que asumió, que según críticos tiene como único objetivo “perpetuarse en el poder”. El principal cambio sería mover la fecha de cierre del balance del 30 de junio al 31 de diciembre, lo que extendería el mandato del presidente por al menos seis meses.
El exdirectivo Santos Zuberbühler calificó la medida como “éticamente incorrecta” y remarcó que “nunca pasó algo así en casi 160 años”. Según explicó, este corrimiento implicaría que el nuevo balance recién esté listo en marzo o abril, desplazando la asamblea de autoridades y permitiendo que, por única vez, la actual gestión sume medio año extra de mandato. Además, advirtió que cambiar tres veces el estatuto bajo la misma conducción es una señal de que “la entidad que se dirige ya no es la misma que se asumió”.
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Los cuestionamientos también alcanzan al secretario de la SRA, Raúl Etchebehere, a quien acusan de intentar modificar la dinámica institucional para favorecer a la actual cúpula. Entre las preocupaciones planteadas, se destaca que si la asamblea se realiza en marzo o abril, la nueva conducción recibiría la exposición ganadera ya organizada por el equipo anterior, sin margen de maniobra para introducir cambios.
La Asamblea Extraordinaria para votar la reforma fue fijada para el 28 de agosto, aunque la convocatoria oficial aún no se publicó. Desde sectores internos advierten que, de aprobarse con baja participación, se impondrá “un modelo unitario, cerrado y personalista”. Por eso, llaman a los socios a participar activamente, subrayando que “lo que está en juego no es solo una fecha, es el rumbo de la institución”.
