Una fuerte tormenta causó estragos en el sur de Córdoba y Santa Fe el jueves pasado. Ucacha, Pascanas, Chazón y Casilda fueron las localidades más afectadas, con daños materiales, árboles caídos y cortes de energía eléctrica.
El día jueves 27, una severa tormenta descargó su furia sobre el sur de Córdoba y Santa Fe, dejando a su paso un rastro de destrucción. Se registraron daños materiales significativos, árboles caídos que bloqueaban caminos y extensos cortes de energía eléctrica. Las localidades de Ucacha, Pascanas y Chazón, en Córdoba, y la ciudad de Casilda, en Santa Fe, fueron las más castigadas por el fenómeno climático.
Durante la jornada del jueves se activaron diversas alertas de corto plazo en ambas provincias. En el caso de Córdoba, la primera de ellas tuvo lugar a las 14:49, y se dirigió a los departamentos de Río Cuarto, Calamuchita y Juárez Celman, ante la inminencia de lluvias fuertes, ráfagas de viento y posible caída de granizo.
El alerta meteorológico se propagó a lo largo de la tarde. A las 15:16, se extendió a las localidades de General San Martín, Río Segundo y Tercero Arriba. Posteriormente, a las 16:03, se sumaron Marcos Juárez y Unión a la zona de riesgo por condiciones climáticas severas. A través de las redes sociales, los habitantes compartieron imágenes que evidenciaban los daños ocasionados por el temporal.
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El temporal con fuertes vientos, granizo y copiosas lluvias azotó con fuerza diversas localidades, causando daños significativos. En Ucacha, las intensas precipitaciones acompañadas de granizo provocaron destrozos en techos y vehículos.
El fenómeno meteorológico se manifestó con una intensidad notable, caracterizado por ráfagas de viento que, en algunos puntos, alcanzaron velocidades extremas de entre 80 y 100 km/h. Estas fuertes corrientes de aire se combinaron con intensas cortinas de lluvia, reduciendo significativamente la visibilidad y creando condiciones peligrosas. Además, la precipitación incluyó granizo de diversos tamaños, desde pequeñas piedras hasta perdigones más grandes, lo que aumentó el potencial de daños materiales y riesgos para la seguridad.
La combinación de estos elementos meteorológicos creó un evento severo, con la posibilidad de generar inundaciones repentinas y daños por la fuerza del viento y el impacto del granizo.
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