El presidente estadounidense se reunió con familias de las víctimas y rescatistas en Kerrville, donde se confirmaron más de 120 muertes.
El presidente Donald Trump expresó este viernes la “angustia de toda nuestra nación” tras las catastróficas inundaciones que afectaron el centro de Texas el pasado 4 de julio, dejando al menos 121 muertos y unas 170 personas desaparecidas. Junto a la primera dama Melania Trump, visitaron la ciudad de Kerrville, donde se reunieron con familias de las víctimas, socorristas y autoridades locales.
Durante una mesa redonda con funcionarios estatales y federales, Trump describió la devastación: “Nunca había visto algo así: un riachuelo angosto que se convierte en un monstruo”. También señaló que muchas de las familias perdieron hijos y seres queridos, y que la situación sigue siendo crítica. “Estamos llenos de dolor y devastación por la pérdida de vidas. Y, lamentablemente, siguen buscando”, expresó.
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Uno de los puntos más trágicos fue Camp Mystic, un campamento de verano para niñas, donde al menos 27 menores y monitoras murieron cuando el agua entró violentamente por las cabañas. Equipos de rescate, drones y voluntarios continúan trabajando entre los escombros en búsqueda de sobrevivientes o víctimas, mientras se teme que la cifra de muertos siga aumentando.
Trump aseguró que la reconstrucción será una prioridad, aunque remarcó que nada puede reemplazar las vidas perdidas. “Vamos a salir adelante. Vamos a recuperarnos. Y vamos a hacerlo bien otra vez”, declaró en su cierre, junto a la promesa de asistencia federal para la zona afectada.