Un pescador resucitó una cosechadora de trigo que data del año 1985 para utilizarla como vehículo de batalla contras las feroces olas del mar durante sus actividades.
No se trata de un «Transformers», tampoco viene de «Terminator 3: La rebelión de las máquinas», sino que proviene de los parajes agrícolas añejos y hoy en día es utilizada como una «Gema de batalla». Se trata de una cosechadora amarilla utilizada por un pescador en la provincia de Río Negro, lo que sorprendió a orillas del mar y la historia rápidamente comenzó a hacerse viral y tiene como protagonista a la Gema 1000.
Este pescador rionegrino adoptó a esta maquina del agro para realizar su trabajo en la costa y de esta manera realiza sus labores. Ignacio Juárez reside en San Antonio Oeste y se dedica a la recolección de mariscos empleando la técnica de buceo.
El pescador relató a un medio local que «los turistas que llegan a la zona me preguntan para que la utilizo. Hasta me llegaron a preguntar si sirve para juntar los mariscos»
Esta perla que en algún momento fue utilizada en campos, es nada más y nada menos que una cosechadora de trigo marca Gema modelo 1985. Juárez detalló que la compró en un campo en la provincia de La Pampa. También destacó que tras adquirirla, por su antigüedad, logró un acuerdo beneficioso. Teniendo en cuenta que para el campo ya había perdido utilidad, decidió emplearla en el mar.
Para adaptarla a sus actividades, lo primero que hizo fue quitarle la plataforma y el sistema de corte. También despojarla de todas las piezas que no serían necesarias para la nueva función.
En su relato cuenta que “No es sencilla de manejar y hay que agarrarle la mano”, que fue un desafío al inicio ponerla en funcionamiento hasta que le encontró “la vuelta”. Además, agregó que se usan tractores para mover las embarcaciones, como acción normal en esa región dedicada a la pesca. Sin embargo, cuando hay un inconveniente, la Gema entra a la batalla.
Antes de concluir con su historia, el pescador acentúa que la cosechadora es apropiada cuando el mar se pone impetuoso, ya que su altura es la recomendada para enfrentar el bravo oleaje. En este sentido, permite trabajar entre los remesones de agua de buen porte y destacó que tiene tracción en las cuatro ruedas.
Juárez comentó que es como un muleto, pero que arranca ante un simple giro de llave. La cosechadora está siempre dispuesta para la batalla, aunque solo sale en los momentos más duros. Lo cierto es que la Gema 1000, además de ser una herramienta muy útil para su trabajo, es una verdadera atracción para los curiosos que cada día pasan por la región.
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