El SENASA considera esta actividad regulada como una herramienta clave para monitorear los patógenos presentes en animales silvestres en varias provincias de Argentina, como el jabalí.
El jabalí es un vector importante de la triquinosis en Argentina, una enfermedad parasitaria endémica que representa un riesgo significativo para la salud pública. La especie, considerada exótica invasora en el país, es objeto de actividades de caza deportiva o de control poblacional en varias provincias, lo que ha generado una estrecha relación entre esta práctica y la incidencia de la enfermedad.
El riesgo se genera cuando las personas consumen carne de jabalí o productos derivados (como embutidos y chacinados caseros) que no han sido analizados y controlados. La triquinosis se transmite a los humanos al ingerir carne cruda o mal cocida que contiene larvas del parásito Trichinella spp., que se alojan en los tejidos musculares del animal.
En varias provincias argentinas, como Río Negro, Neuquén, La Pampa y Buenos Aires, la caza es una actividad regulada. A menudo, se practica con fines deportivos o como método para controlar especies exóticas invasoras, como el jabalí. Este animal puede causar daños significativos en la agricultura y en los ecosistemas locales, por lo que su control poblacional es una estrategia complementaria para su manejo.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tiene un interés particular en estas actividades para la vigilancia epidemiológica. Esto es crucial para detectar patógenos que circulan en animales silvestres, como la triquinosis. Esta es una enfermedad parasitaria endémica que puede transmitirse a las personas, ya que es una zoonosis. La infección ocurre al consumir carne de animales silvestres insuficientemente cocida o productos elaborados con ella que contengan larvas del parásito Trichinella spp.

Recomendaciones Clave para cazadores
Para prevenir la triquinosis y proteger la salud pública, es vital que quienes realicen actividades cinegéticas (caza) sigan algunas pautas de seguridad esenciales:
- Análisis de Laboratorio Obligatorio: Si elaboras productos como chorizos, salazones o embutidos con carne de jabalí u otros animales silvestres, es fundamental que envíes una muestra de carne (músculo) de cada animal a un laboratorio.
- Técnica de Digestión Artificial: En el laboratorio, se debe realizar la técnica de Digestión Artificial. Esta es la única prueba diagnóstica que puede confirmar si la carne es segura para el consumo humano.
Triquinosis en animales silvestres: una colaboración clave con los cazadores
En los últimos años, la triquinosis se ha detectado con mayor frecuencia en especies silvestres. Según el último informe de Notificaciones de Enfermedades Denunciables, estos casos representan cerca del 46% del total de casos en animales, con la mayoría concentrada en la región cordillerana de Neuquén.
Este aumento en la detección, que contrasta con el bajo porcentaje de años anteriores (menos del 30% entre 2014 y 2023), es el resultado de un trabajo coordinado con los cazadores. Su colaboración es fundamental, no solo para notificar los hallazgos, sino también para asegurar que la carne de estos animales sea analizada antes de su consumo.
Prevención: la importancia de una disposición segura
Para frenar la propagación de la enfermedad, es crucial que las carcasas no se dejen en el campo al finalizar la caza. Si otros animales, tanto silvestres como domésticos, tienen acceso a estos restos, pueden contraer el parásito y reiniciar el ciclo de la triquinosis. Por esta razón, es vital deshacerse de los restos de forma segura para evitar que otras especies entren en contacto con ellos.
El rol de los cazadores en la salud pública
La colaboración de los cazadores con el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) es clave. Sus notificaciones permiten:
- Conocer la situación real de la triquinosis en animales silvestres.
- Detectar el origen de los brotes de forma temprana.
- Prevenir riesgos para la salud de las personas que consumen productos cárnicos de estos animales.
Ante cualquier caso sospechoso es muy importante dar aviso al Senasa a través de su oficina más cercana (personal o telefónicamente); por WhatsApp, al (11) 5700 5704; por correo electrónico a [email protected]; en el Formulario Avisa al Senasa, en el sitio web oficial.
Con información de: https://www.argentina.gob.ar/