La salsa de tomate casera se puede utilizar para acompañar muchas variedades de platos, sobre todo pastas y carnes. En esta nota te vamos a dejar 3 tips claves para que puedas conservarla por un buen tiempo y de manera correcta.
La salsa de tomate es uno de los agregados infaltables en la cocina, por lo que siempre la estamos comprando. Si bien hay marcas que son bastante buenas y ricas, podemos emplear un poco de nuestro tiempo y realizar una receta 100% casera, ya verás como no te vas a arrepentir.
Las ventajas de preparar una salsa de tomate casera, es que estarás evitando algunos agregados que no son muy recomendables para la salud, como ser conservantes, adictivos, colorantes y demás. En muchas ocasiones, durante el elaborado para el comercio, suelen llevar ingredientes no muy saludables y en exceso.
Una buena salsa elaborada en casa es ideal, además de ser mucho más sana, podrás tenerla siempre a mano para emplearla en pizzas, pastas, guisos y demás recetas. Si te decides en prepararla hoy mismo, también tienes que saber que existen factores ambientales que juegan un papel fundamental en el estado del alimento, y si pretendes conservarla por un tiempo, debes conocer la mejor manera.
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¿Cómo elaborar la salsa de tomate casera?
1 kg de tomate perita o redondo bien maduros.
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
Aceite de oliva, sal, azúcar moreno y orégano.
Preparación de la salsa:
1-Pela y pica la cebolla y los ajos finitos. Rehógalos en una sartén amplia con un chorro de aceite de oliva durante 12-15 minutos a fuego lento.
2-Luego, lava y corta en cuadraditos pequeños los tomates y agrégalos a la sartén, junto con una cucharadita de sal, una de orégano y cuatro de azúcar. Cocina a fuego lento durante una hora, removiendo ocasionalmente.
3-Una vez cocinado el tomate con los demás ingredientes, retira del fuego y deja enfriar la preparación.
4- Vierte la preparación en el vaso de la licuadora y realiza un licuado moderado hasta conseguir la textura deseada, éste paso es opcional, a muchos le gusta con trocitos de tomate/cebolla, y se puede conservar del mismo modo.
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3 formas de conservar la salsa de tomate casera
Por congelación: para este método, podemos colocar la salsa de tomate en pequeñas bolsas para freezer, o en algún pote de plástico con tapa hermética. Para descongelar y utilizar la salsa, una noche anterior saca el recipiente del freezer y colócalo en la parte intermedia de la heladera. De esta manera estarás respetando la cadena de frío, para que el alimento no se recienta con el cambio brusco de temperatura.
Al vacío en frascos: una de las formas más tradicionales. En un frasco esterilizado y con tapa hermética. Al enfrascado puedes realizarlo en caliente, y dejas enfriar el pote boca abajo antes de guardar en la heladera. Si lo haces de manera correcta, la salsa te durará por varios meses.
Al vacío en baño María: una vez que enfrasques la salsa de tomate y cierres el pote de manera hermética, realizarás el siguiente paso. Pon hervir agua en una olla profunda y cuando el agua alcance el hervor, lo sumerges. Déjalos a fuego lento por unos 25 a 30 minutos. De esta manera, la conserva durará unos 10-12 meses si lo realizas de forma correcta.
Con información de: https://mediolimon.org/