El estudio sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente expone que los últimos datos del 2022 muestran que se desperdiciaron 1050 millones de toneladas de alimentos.
Un nuevo informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) ha puesto de relieve una realidad alarmante: más de 1.050 millones de toneladas de alimentos se desperdiciaron en 2022, lo que equivale a casi una quinta parte de toda la comida producida para el consumo humano.
La cifra, que se traduce en 132 kilogramos por persona, es un duro golpe a la lucha contra el hambre y la seguridad alimentaria, especialmente en un contexto donde un tercio de la población mundial se enfrenta a la inseguridad alimentaria.
El sector de la producción y la distribución también juega un papel importante, con un 25% del desperdicio. Las prácticas agrícolas insostenibles, las cadenas de suministro ineficientes y los estándares estéticos excesivos para los productos frescos son algunos de los factores que contribuyen a este problema.
Es urgente tomar medidas para reducir el desperdicio de alimentos. El PNUMA hace un llamado a la acción a todos los actores de la cadena alimentaria, desde los gobiernos y las empresas hasta los consumidores.
Algunas medidas que se pueden tomar incluyen:
- Mejorar la planificación de las compras
- Aprender a conservar y almacenar los alimentos
- Reducir los estándares estéticos para los productos frescos
- Donar alimentos excedentes a bancos de alimentos
- Compostar los residuos alimentarios