En esta nota te vamos a dar todos los detalles del germinado correcto de la papa, en este caso empleando una técnica muy sencilla de realizar, con la garantía del éxito para que puedas cosechar este tubérculo comestible.
La papa es un tubérculo comestible muy común en la mayoría de los hogares, con las que se preparan muchos platos de comida, desde las papas fritas hasta las papas rellenas, el pure, entre otros. Para reproducir la papa en casa, existen muchos métodos probados para obtener una cosecha abundante y que nunca falte.
Es por eso que hoy vamos a enseñarte cómo llevar a cabo la germinación de las papas en casa antes de plantar en tierra. Veremos métodos comunes.
Si realizamos de forma correcta el procedimiento de germinado, se activará rápidamente el proceso de acumulación de nutrientes, lo que fomentará a la aparición de raíces y posteriormente las hojas, utilizando directamente el tubérculo.
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Antes de pasar a explicarte de que manera realizar el germinado, debes saber que la papa es un cultivo de clima templado, las temperaturas inferiores a 10° centígrados y superiores a 30° inhiben decididamente el desarrollo del tubérculo, por eso la mejor temperatura para su producción es la que se mantiene en promedio de 18° a 20° C. Es por esto que la papa se siembra a principios de la primavera en las zonas templadas y a fines del invierno en las regiones más cálidas.
Ahora vamos al eje central de esta nota: Para germinar las papas es necesario colocar los tubérculos dos o tres días en un vaso con agua (o un frasco con agua) y luego colocarlas en un lugar aireado y con luz ambiente durante aproximadamente un mes o hasta que salgan los brotes. En algunos casos se suelen colocar en alacenas o encima de repisas, en lugares más oscuro.
Te recomendamos revisar el agua cada 3 o 5 días, para evitar que esta tome coloración oscura o contraiga olor fuerte. Dependiendo de la temperatura ambiente, el agua e contacto con el tubérculo puede provocar olor fuerte, por lo que tendrás que cambiarla.
Al cabo de los primeros 15 días de germinado, notarás como comienza a prolongar sus raíces en la zona inferior, mientras que desde el centro hasta la parte superior se vislumbrarán brotes verticales. Hacia el día 25, ya tendrían que haber nacido las primeras hojas.
Pasado los 30 días, los tubérculos ya estarán listos para ser pasados a tierra, ya sea en el mismo patio o en contenedores individuales, o en tu huerta ecológica. Al momento de la siembra, que por lo general se lleva a cabo directamente con los pequeños tubérculos o fragmentos de éstos.
Con una tierra negra liviana, suelta y con abono, se introducen a una profundidad de 5 a 10 centímetros en la tierra y con una distancia de 25 centímetros, para una vez que las papas se desarrollen, tenga suficiente espacio para extender sus raíces, tallos y el nuevo tubérculo. Cuando con más espacio cuenten, mayor posibilidad de cultivar papas de buen tamaño.
La cosecha
Cuando las hojas de la planta de la papa se ponen amarillas y los tubérculos se desprenden con facilidad de sus estolones, significa que la papa está madura. Si las papas van a almacenarse en vez de consumirse enseguida, se dejan en el suelo para que la piel se haga más gruesa.
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