La lechuga es una de las hortalizas más sencillas de crecer en casa. Se adapta a distintos espacios y climas, prefiere medio sol o completo y un suelo rico en nutrientes.
Debemos tener un suelo bien drenado, podemos utilizar una mezcla de tierra negra y tierra de hoja. Las semillas de la lechuga son alargadas (0.5mm) y pueden ser de color café oscuro o claro.
Existen distintas formas de cultivar nuestras lechugas en casa, puede ser siembra directa o de trasplante.
– Siembra directa. En este método vamos a utilizar camas de cultivo o contenedores como huacales o cajas con una profundidad mínima de 30cm. La mezcla de suelo debe tener un buen contenido de materia orgánica y un drenaje eficiente. Nivelar bien el suelo y trazar surcos (1-2cm de profundidad) a lo largo del contenedor con una separación entre surco de 8-10cm. Colocar la semilla de lechuga con una separación entre 1-2cm, después cubrir los surcos con el suelo que quedó al lado de las semillas. Riegue su contenedor al terminar de sembrar.
Vamos a lo más importante
Tanto si vamos a empezar a tener un huerto o un huerto urbano, uno de los cultivos que siempre se aconsejan para empezar y aprender es la lechuga, o casi cualquier otro cultivo de hoja, espinacas, acelgas… Son cultivos de ciclos cortos, es decir, se cosechan rápido por lo que las plagas tienen menos tiempo para afectarles y además son mas rústicas o por así decirlo, resistentes. Así, que no lo dudes si empiezas, empieza por lechugas para que te lleves una buena alegría.
Vamos a ir conociendo este cultivo en todo su proceso a lo largo de diferentes artículos, desde que lo sembramos en nuestro semillero, hasta como hacer un aclareo y repicado de las plantas (separarlas y quitar las mas débiles), así como también como plantárlas en el huerto o en el huerto urbano. Además, una vez cosechada siempre podremos volver a hacer crecer otra con el truco de rebrotar una lechuga en el huerto.
La lechuga se puede sembrar casi todo el año, sobre todo dependiendo de la variedad que escojamos, las hay mas resistentes al frío y otras mucho mas resistentes al espigado ( producir semillas ). Aún así, por regla general, hay dos fechas para hacerlo que van desde Febrero a Mayo y luego podríamos hacer otros semilleros de Agosto a Octubre, cuando ya han pasado los calores del verano y los fríos del invierno, estas fechas son mas o menos orientativas ( en el hemisferio sur sería mas o menos igual ).