El almendro, también llamado ciruelo (Prunus dolcis), es originario de Asia y su cultivo se remonta al 4000 a. C. C. Sus frutos son muy apreciados, porque se pueden utilizar para preparar aceite. Además, por sus excelentes propiedades, se pueden utilizar en diversos cuidados domiciliarios.
Si deseas cultivar un almendro deberás saber que es un árbol que no tolera el suelo húmedo y que es susceptible a las heladas, por lo que solo prospera en inviernos suaves y húmedos y en veranos secos y calurosos.
Por otro lado, como las variedades no suelen ser autofértiles, precisan de una polinización cruzada por lo que hay que plantar dos árboles para que produzcan frutos, ya sea en el mismo hoyo o por separado, dependiendo del espacio que tengas en tu jardín.
Excava un hoyo ancho y profundo para que las raíces encajen bien. Planta y riega profundamente en un suelo fértil, arenoso y con buen drenaje a una distancia de 6 metros entre cada almendro y aplica un fertilizante con nitrógeno y fósforo. Si en la zona en la que vives hay mucho viento, coloca estacas y retíralas luego del año para que el o los almendros crezcan bien.
Poda el almendro en crecimiento a principios del invierno y elimina las ramas o los retoños muertos o enfermos para que crezca saludablemente. Durante el período de floración, que es en primavera, fertiliza los árboles maduros con estiércol regado y los jóvenes con nitrógeno. Ten en cuenta que los árboles de almendro precisan diariamente unos cinco centímetros de agua, aunque los ya establecidos, pueden sobrevivir con dos a tres riegos semanales.
Sigue regando y fertilizando a la vez desde el verano hasta la cosecha.
Si te preguntas cuándo florecen los almendros, déjame decirte que lo hacen en primavera y los botones florales comienzan a formarse en el verano anterior. Para que el árbol produzca flores, deben pasar por un periodo de clima frío, aunque las heladas podrían dañarlas. Los almendros deben ser polinizados y, para ello, hay que traer o atraer abejas a los huertos para que hagan el trabajo.
El polen de la flor del almendro es muy nutritivo y las abejas pueden recuperar su fuerza gracias a él. El polen y el néctar del almendro almacenados en la colmena durante la época de floración es una fuente de nutrición importante para estos insectos beneficiosos que la usan durante la primavera y el verano.
Cosecha de almendras
Los almendros producen drupas y dentro de esa cáscara dura está la almendra que tanto nos gusta. Estas drupas crecen desde la primavera hasta el verano cuando se abren permitiendo que las almendras se sequen. La recolección de las almendras deberá llevarse a cabo desde fines del verano hasta mediados del otoño, de acuerdo el tipo de almendro y su ubicación.
Cada parte de la almendra recolectada se usa para algo. Las cáscaras son muy ricas en nutrientes y se usan para alimentar al ganado mientras que las almendras se pelan mecánicamente y se muelen para hacer harina de almendras, galletas y mantequilla, o se convierten en leche.