El toda época del año, con la variabilidad de la temperatura, la conservación de algunos alimentos requiere de mucho cuidado, ya que las carnes blancas son las más propensas a descomponerse mucho más rápido.
Con un ambiente cálido y húmedo, o con tendencia a la variabilidad térmica y una inadecuado método de conservación, hay alimentos que son más susceptibles al desarrollo microbiano, incrementándose el riesgo de contraer enfermedades. ¿Cómo conservarlo de manera correcta?
Para saber si un alimento está contaminado con microorganismos dañinos o sus toxinas, en algunos casos es difícil de detectar, teniendo en cuenta que no se advierte a través del sabor, el color o el aspecto. Para la prevención de enfermedades trasmitidas por alimentos en mal estado, la higiene y el modo de conservación es indispensable.
Para elegir un pollo en óptimas condiciones al momento de la compra, debe reunir algunas características:
–Tener su piel húmeda, intacta y sin manchas marrones, verdosas o violetas.
–Su color puede ser blanco o amarillo, y siempre uniforme, sin presentar zonas manchadas.
–Las puntas de las alas no deben estar oscurecidas, ni presentarse pegajosas.
–No debe presentar restos de plumas, ni zonas oscuras o secas.
–El olor debe ser agradable, fresco, libre de olores extraños.
Los cuidados que hay que tener en el momento de comprar pollo: al igual que para todos los alimentos perecederos, es recomendable elegir el pollo al final de la compra y refrigerarlo o congelarlo inmediatamente para reducir el tiempo de exposición a temperatura ambiente y así evitar romper la cadena de frío.
Además de todos los cuidados recomendados, el pollo debe estar siempre embolsado e identificado su procesador, que es la garantía del origen. Además es recomendable controlar siempre la fecha de vencimiento.
Para prevenir las enfermedades transmitidas por alimentos, es recomendable extremar los cuidados al manipular el pollo, en especial durante el verano, en donde con las altas temperaturas y la humedad ambiente los alimentos son más susceptibles al desarrollo microbiano.
Conservación en la heladera
Si se congela, el pollo entero dura 12 meses, y el trozado, 9 meses. Se descongela adentro de la heladera, nunca a temperatura ambiente. Siempre tratar de que no se pierda la cadena de frío. En casos de corte de luz, tratar de no abrir la heladera, para que el frío no se escape.
Se aconseja no dejar el pollo cocido a temperatura ambiente durante más de 2 horas, sobre todo en época de calor. Las preparaciones cocidas duran en la heladera hasta 48 horas y en el freezer, de 4 a 6 meses.
Síntomas de intoxicación por alimentos en mal estado
En cuanto a los síntomas típicos de las ETAS incluyen vómitos, dolor abdominal, diarrea y fiebre y en ocasiones más extremas pueden producir trastornos neurológicos, renales, de la piel, visión doble, dificultad respiratoria e incluso la muerte. Los niños y los adultos mayores son los grupos más propensos a desarrollar una ETA, por lo que las precauciones deben extremarse.
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