Año tras año durante la temporada fría y seca, o en largos periodos, las lluvias se ausentan y provocan un grave impacto en el campo. Los suelos sufren el estrés hídrico que esto representa y los cultivo lo reflejan en su rendimiento.
En lo que respecta la planificación de cultivos anuales, la sequía representa uno de los mayores desafíos para el sector agropecuario argentino, especialmente en su cinturón productivo que abarca al área pampeana y la región núcleo. Este fenómeno meteorológico, exacerbado en ocasiones por eventos como La Niña, tiene consecuencias significativas y de largo alcance en la economía y la sociedad.
Lo cierto es que durante el año, sobre todo en los meses donde el ambiente es más seco y frío (otoño-invierno) las precipitaciones se ausentan durante largos periodos. Esta ausencia de agua tiene sus consecuencias y su impacto, tanto en la agricultura, como así también la ganadería. Una de las notas que te recomendamos leer es ¿Podría volver a suceder una sequía extrema? La memoria de los suelos agrícolas de lo qué pasó.
Las provincias productivas argentinas más importantes y que suelen ser el epicentro de graves sequías son las que abarcan el área pampeana, el Litoral y el NEA: Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y áreas de la Pampa. Mientras que en el noroeste, las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán suelen sufrir un grave impacto.
También las provincias cuyanas y del norte de la Patagonia, como una de las regiones frutícolas y vitivinícolas por excelencia se ven ante la escasez de lluvias durante varias instancias del año, lo que pone en riesgo la producción: Mendoza, San Juan, Neuquén y Río Negro. Pero, además, se pueden ver los impactos de las sequías extremas sobre los pastizales y arbustales a nivel mundial.
Principales Impactos de la Sequía:
Reducción en el rendimiento de los cultivos: La falta de agua provoca una disminución en la producción de granos como soja, maíz y trigo, afectando directamente a los agricultores y a la economía nacional.
Pérdida de calidad de los productos: Los cultivos expuestos a la sequía suelen tener menor calidad, lo que impacta en su valor de mercado y en la competitividad de los productos argentinos en el exterior.
Disminución de la disponibilidad de forraje: La escasez de agua afecta la producción de pasturas, lo que impacta negativamente en la ganadería y en la producción de carne y leche.
Erosión del suelo: La falta de cobertura vegetal aumenta la erosión del suelo, lo que a largo plazo reduce su fertilidad y capacidad de producción.
Aumento de los costos de producción: Los agricultores deben invertir en sistemas de riego, transporte de agua y otros insumos para mitigar los efectos de la sequía, lo que incrementa sus costos de producción.
Impacto en la economía regional: La sequía afecta a toda la cadena de valor, desde los productores hasta los industriales y los transportistas, generando una disminución en la actividad económica y el empleo en las zonas afectadas.
Estrategias para Mitigar los Efectos
Para hacer frente a este desafío, se han implementado diversas estrategias, entre las que se destacan:
Desarrollo de variedades resistentes a la sequía: La investigación agrícola se enfoca en el desarrollo de cultivos más tolerantes a las condiciones de sequía.
Sistemas de riego eficientes: La implementación de sistemas de riego por goteo y otros métodos eficientes permite optimizar el uso del agua.
Manejo sostenible del suelo: Prácticas como la rotación de cultivos, la cobertura del suelo y la aplicación de fertilizantes orgánicos ayudan a mejorar la salud del suelo y su capacidad para retener agua.
Seguros agropecuarios: Estos instrumentos financieros permiten a los productores protegerse ante pérdidas económicas causadas por eventos climáticos extremos.
Políticas públicas: El gobierno implementa políticas de apoyo al sector agropecuario, como subsidios, créditos blandos y programas de asistencia técnica.
El Rol de La Niña en la Sequía
El fenómeno de La Niña, caracterizado por temperaturas más frías en el Pacífico ecuatorial, suele asociarse con condiciones de sequía en muchas regiones del mundo, incluyendo el centro de Argentina. La interacción entre La Niña y otros factores climáticos locales puede intensificar los efectos de la sequía y prolongar su duración. ¿Qué es la corriente de La Niña y cómo influirá en el clima en Argentina?
En resumen, la sequía representa una amenaza constante para el cinturón productivo agropecuario de Argentina, con impactos significativos en la economía, la sociedad y el medio ambiente. La implementación de estrategias de adaptación y mitigación, junto con la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, son fundamentales para enfrentar este desafío y garantizar la sostenibilidad del sector agropecuario.