La influencia de La Niña y la importancia de las reservas hídricas acumuladas serán factores clave para determinar el impacto real de estas condiciones en los cultivos y la producción en general.
A pesar de las condiciones climáticas favorables de los últimos meses, las perspectivas para el inicio de 2025 no son del todo alentadoras. Según el especialista Alfredo Elorriaga, es probable que enero presente un déficit de precipitaciones, ubicándose por debajo de los valores históricos para esta época del año.
Este escenario podría estar influenciado por la persistencia del fenómeno de La Niña, que suele asociarse con condiciones más secas en la región. La importancia de la recuperación de los perfiles hídricos alcanzada hasta el momento radica en que podría mitigar los efectos adversos de este posible evento climático, brindando cierta resiliencia a los sistemas productivos.
Hace un año, bajo el influjo del fenómeno de El Niño, la región núcleo presentaba un panorama agrícola sumamente prometedor. Los cultivos de maíz temprano y soja de primera mostraban un vigor excepcional, con un 95% y un 75% respectivamente clasificados como muy buenos o excelentes. Sin embargo, esta bonanza inicial no garantizaba una cosecha final similar, ya que la evolución climática posterior, caracterizada por una mayor variabilidad y eventos extremos, introdujo elementos de incertidumbre sobre el rendimiento final.
«Los cultivos de la región núcleo cerraron el año 2024 con excelentes perspectivas. Según los últimos informes, el 85% del maíz temprano y prácticamente toda la soja se encuentran en muy buenas condiciones. Estos resultados son sumamente alentadores, especialmente si los comparamos con años anteriores, donde las condiciones climáticas fueron más adversas. La recuperación hídrica y las temperaturas adecuadas han favorecido el desarrollo de los cultivos, generando expectativas de una abundante cosecha.
En conclusión, la superficie destinada al cultivo de maíz tardío experimentó una notable disminución, pasando de ocupar un 30% del área total en 2023 a solo un 10% en 2024. Esta reducción podría atribuirse a diversos factores, como las condiciones climáticas adversas, la fluctuación en los precios del mercado o cambios en las estrategias productivas de los agricultores.
Con información de: https://news.agrofy.com.ar/