El ácido salicílico obtenido del sauce permite crear un efectivo enraizante pero también puedes diseñar un enraizante casero con lentejas.
Hoy vamos a ver cómo podemos hacer que esos esquejes que ponemos en macetas, semilleros o en botellas de agua, nos enraízan mucho mejor sin tener que comprar ningún producto químico y sobre todo pudiendo ahorrar dinero y hacerlo en casa de una forma sencilla y rápida. Cuántas veces hemos oído a nuestros mayores, decir que junto a un esqueje, antes siempre se sembraban una o dos lentejas para que tuviera éxito, pues he aquí la explicación, todo se debe a las auxinas, que son un elemento clave para estimular el crecimiento de las raíces son unas fitohormonas muy interesantes en este aspecto.
Los enraizantes ayudan a que la planta se asiente mejor en el suelo y se desarrolle con una mejor calidad de vida así es que si aún no los utilizas al sembrar es un buen momento para comenzar a hacerlo ahora que sabes de sus ventajas. Hay muchos tipos de enraizantes, desde las hormonas de crecimiento, que puedes adquirir en tiendas especializadas, hasta un gran número de enraizantes caseros preparados con elementos de la naturaleza.
Muchas veces nos hemos encontrado con jardines hermosos, cuidados por dueños meticulosos que se ocupan de cada detalle. Es probable que incluso les hemos pedido algún esqueje para repetir la receta en nuestro espacio verde pero al momento de reproducir la planta los resultados no han sido todo lo esperado.
No siempre ocurre pero en ocasiones el problema está en el arraigue de la planta, en la fortaleza con que las raíces se acomodan y adaptan al nuevo hábitat y es aquí donde los enraizantes naturales pueden ser de gran ayuda. Si prefieres no recurrir a los productos químicos, puedes hacer un efectivo enraizante natural utilizando lentejas y gastando muy poco dinero.
Los pasos a seguir
Para tener un enraizante natural con lentejas lo que debes hacer es plantar una o dos lentejas junto al esqueje pues las lentejas ayudan al crecimiento de las raíces gracias a que contienen auxinas, unas fitohormonas muy efectivas para el desarrollo de las raíces.
Las lentejas deben ser de calidad y por eso se recomienda una germinación en casa, sumergiendo una taza de lentejas en un recipiente con cuatro tazas de agua. Luego se tapa el recipiente y se reserva durante tres o cuatro días.
Una vez que han germinado, se las bate con el agua y se cuela la mezcla. Finalmente, se lo diluye en agua para que la mezcla no esté tan concentrado y finalmente se riega con el líquido.
El concentrado de lentejas puede guardarse en la nevera durante unos quince días y puede utilizarse en todo tipo de plantas, utilizándose en esquejes aunque no en plantas ya desarrolladas pues entonces las plantas pierden el equilibrio natural entre las raíces y la parte aérea.
Enraizante casero con lentejas
Sabemos que desarrollar nuevas plantas a partir de esquejes puede ser algo complicado sino conocemos bien la técnica. Algo que nos ayudará a aumentar el porcentaje de éxito es utilizar hormonas de crecimiento. Dichas hormonas se pueden introducir con el uso de un enraizante casero con lentejas para esquejes. Tan sólo se necesitan lentejas y agua. Algunos han utilizado alguna vez este enraizante pero no llegan a saber el por qué funciona. Las lentejas tienen una alta concentración de auxina. Se trata de una fitohormona que funciona regulando el crecimiento de las plantas provocando la elongación de las células.
Cuando producimos la germinación de las lentejas en agua se libera durante el proceso la auxina. En esta hormona vegetal se va a seguir llegando hasta acabar teniendo un agua rico en auxina. Cuando esta agua tiene una alta concentración de esta hormona vegetal ayuda a elongar las células vegetales de aquellas plantas que estamos regando. Es así como conseguimos estimular el crecimiento de las raíces de forma natural para que nuestra planta pueda aferrarse bien al suelo y a partir de ahí comenzar a desarrollarse en buenas condiciones.
Ingredientes para hacer el enraizante casero con lentejas
Lo primero de todo que necesitas es una parte de lentejas por cada 4 parte es de agua. Podemos utilizar una taza con lentejas y otras 4 tantas con agua. Tan sólo debemos echar las lentejas al agua y cubrir el recipiente con nombre pasado. Es recomendable dejar pasar unos cuantos días para que el agua se llene de auxina de forma controlada. Puedes ir viendo a cada rato cómo va funcionando la germinación.
Una vez han pasado estos días, lo más probable es que todas las lentejas estén terminadas por completo. Si estás lentejas han terminado correctamente, habrán liberado suficiente hormona vegetal como para estimular el crecimiento de otras células si utilizamos esta agua como riego. Para el siguiente paso, necesitamos licuar o procesar las lentejas junto con el agua con las que han estado estos días. Debemos licuar lo mejor posible y, una vez ya hemos procesado la mezcla, debemos colar la preparación para escurrirla lo mejor posible. De esta forma, podemos desechar toda la piel de lentejas que han quedado en el colador y que no nos va a ser útil.
Es en este punto donde hemos conseguido lo que nos interesa para elaborar nuestro enraizante casero con lentejas. Es este líquido del que está cargado de auxina y el que es capaz de estimular el crecimiento de las raíces de nuestros esquejes. Sin embargo, no debemos usarlo puro, por lo que hay varios pasos más. El siguiente paso es diluir este concentrado para que no esté tan fuerte y termine siendo contraproducente para nuestras plantas. Debemos intentar conseguir una mezcla de auxina por cada 10 partes de agua. Por ejemplo, podemos diluir 100 mililitros de esta mezcla en un litro de agua.
Una vez tenemos preparado nuestro enraizante casero con lentejas, tan sólo debemos añadirlo a algún recipiente que nos sea cómodo para poder regar nuestras plantas. El efecto es bastante bueno y se consigue en grandes resultados haciendo que nuestros esquejes tengan unas raíces más largas y sanas. Para poder conservarlo necesitas tenerlo en la nevera aproximadamente unos 15 días. No hay que preparar demasiado enraizante dado que puede que no lo utilices todo.
Si por algún casual las lentejas no han terminado en el agua, puedes intentar repetir de nuevo el proceso. Tan solo debes colocar en remojo una parte de las lentejas por cada 4 partes de agua y dejar reposar durante 8 horas. Cuela todo el agua y guardarla en la nevera. Deja las lentejas sin agua húmedas germinar durante 4 días.