El porque se atan las lechugas es una pregunta importante en cuanto a cultivo de la lechuga se habla. En esta nota te contamos el por qué.
El cultivo de la lechuga es una actividad que debe tener mucha meticulosidad, cariño y amor a la siembra. La lechuga por ser unitaria hay que plantar muchísimas para poder cosechar una buena cantidad, el preparado del terreno jugará un papel importante en el desarrollo de la lechuga
Cultivar lechugas es una experiencia muy gratificante, ya que además en pocas semanas sabremos que estarán listas para su consumo. Pero a veces es importante que, antes de cogerlas, las atemos para que el cogollo se desarrolle bien, de forma que la planta puede tener un mejor aspecto.
Si quieres aprender cuándo y cómo plantar lechugas, aquí te lo vamos a explicar con todo detalle.
Características de la lechuga
Lo primero de todo es conocer las características y cuidados que necesitan las lechugas para un correcto cultivo. La parte de atar lechugas es sólo una parte de todo el cuidado que necesita para poder prosperar en buenas condiciones. La lechuga es una hortaliza que pertenece a la familia de las compuestas cómo es la escarola, alcachofa, cardo, etc. Es ideal para todas aquellas personas que son más principiantes en el mundillo de los muertos urbanos.
Vamos a ver cuáles son las características que hacen que las lechugas sean más indicadas para novatos:
- No es un cultivo que requiera de muchos cuidados y casi no se ve afectada por plagas.
- El ciclo de crecimiento y desarrollo es corto. En poco tiempo puede crecer y ya se puede cosechar, por lo que se puede combinar con otras hortalizas que tenga un ciclo más largo para aprovechar bien el espacio. Además, podrás aprender todo lo que necesita saber para ir conociendo el mundillo del huerto urbano.
- Se puede combinar diferentes variedades para poder tener cosechas de diferentes especies durante todo el año.
- Es un cultivo que se adapta a bastante bien a los recipientes. No sólo se puede cultivar en el suelo, sino también en algunos recipientes.
Requerimientos
Vamos a ver cuáles sólo requerimientos principales que necesita la lechuga para prosperar en buenas condiciones. Como hemos mencionado antes, atar lechugas es una fase de todos los requerimientos que necesita para que pueda prosperar bien. Vamos analizar cuáles el tipo de riego que necesita. Es un riego medianamente exigente, sobre todo a la hora de formar el cogollo. Es cuando la lechuga tiene que formar el cogollo cuando necesita más cantidad de agua. Una vez tiene el cogollo desarrollado, el riego viene a ser medio.
En cuanto los nutrientes, como toda hortaliza que tenga hojas necesita de nutrientes para que pueda prosperar. Por ello, es aconsejable cuando está desarrollando el cogollo aplicar fertilizante. Si es un fertilizante orgánico no químico mucho mejor. El sustrato necesita 3 litros de volumen para poder crecer bien. Esto significa que necesita un espacio exclusivamente reservado para que no se vea en competición color nutrientes con otro cultivo.
Cultivo de la lechuga
Es bastante común realizar un semillero, aunque también se puede realizar por siembra directa. Si se realiza por siembra directa, posteriormente hay que realizar algunos aclareos para poder dejar una distancia entre plantas de aproximadamente unos 20-30 centímetros. En el caso en el que necesites trasplantar el semillero a un recipiente definitivo, el momento adecuado es cuando la planta cuenta con más o menos 4-5 hojas verdaderas. Son hojas que ya están completamente desarrolladas y no son parte de la plántula inicial.
La lechuga tardar más o menos unas 5-10 en poder ser cosechada. Se puede dar una cosecha continua cortando las hojas que sean necesarias y realizar varios tipos de corte. Sobre todo en la época de más calor puede que la lechuga se suba o se espigue. Si ocurre esto, significa que está floreciendo y las hojas se vuelven mucho más duras y con un sabor amargo. Con las hojas de esta textura con este sabor no se podrá consumir y habremos fracasado en el cultivo.
Si queremos tener una cosecha de lechugas durante todo el año, debemos realizar una plantación escalonada. Las plántulas que se han quitado durante el aclareo se conservan en tiestos más pequeños hasta que llegue el momento de plantear otro turno de lechugas. También se pueden aprovechar los cepellones desnudos para mantenerlos unos cuantos días en una palangana con agua para que se pueden trasplantar después.
Aunque antes hemos mencionado que son cultivos que no suelen ser atacados por plagas, algunas de ellas más frecuentes son las siguientes:
- Babosas y caracoles: dado que tienen unas condiciones de gran cantidad de humedad, se necesita realizar recogida manual o instalación de trampas de cerveza para eliminarlos.
- Hongos: aparecen cuando hay un exceso de humedad. Lo mejor es eliminar las zonas afectadas y favorecer la aireación.
- Pulgones: si hay un exceso de nitrógeno pueden aparecer los pulgones. Se puede prevenir con purín de ortiga o con insecticidas vegetales.
- Pájaros: lo ideal es cubrir las lechugas con una malla.
¿Cuándo hay que atar lechugas?
Las lechugas tienen un ritmo de crecimiento rápido: en unos tres meses después de la siembra ya estarán listas para cosecharlas. Por lo general, se deja que crezcan a su aire, pues siempre que tengan agua y los nutrientes necesarios al momento de saborearlas sabremos que estarán deliciosas. Sin embargo, hay algunas variedades, como la romana, que se aconseja atarlas unos 5 o 6 días antes de cogerlas.
¿Por qué hay que atar lechugas?
Con el atado lo que se consigue es que el cogollo tenga un mejor desarrollo, al mismo tiempo que se blanquean las partes que quedarán ocultas al sol. Pero si nos interesan mucho más las hojas que el cogollo, no es importante hacerlo.
El proceso de atado es muy simple: con una cuerda, o incluso con una goma elástica, deberemos de atar las hojas. Las cogemos con las manos, como cuando hacemos una coleta, y pasamos la cuerda o la goma por las hojas. Una vez hecho, bastará dejar las plantas así por unos días.
Eso sí, es muy importante que sepamos que si hay previsión de lluvias, las cubramos con por ejemplo un plástico, ya que de lo contrario podrían resultar dañadas. También nos pueden servir las cubetas.