La miel pura, conservada correctamente, puede durar prácticamente indefinidamente. Si la conservamos a través de los métodos sugeridos, podrás contar con miel por muchos años.
La composición de la miel pura varía ligeramente dependiendo de las flores de las que se obtiene el néctar la abeja, pero en general, los principales componentes de la miel pura son los azúcares, o sea, el componente principal de la miel, representando alrededor del 80% de su peso.
Para enumerar los principales azúcares podemos mencionar a la fructosa y la glucosa, que son responsables del sabor dulce característico de la miel. También el agua, ya que la miel contiene una cantidad variable de agua, generalmente entre un 17% y un 20%.
También es importante saber que las abejas añaden enzimas al néctar durante el proceso de elaboración de la miel. Estas enzimas son responsables de transformar los azúcares complejos en azúcares simples y de conferir a la miel algunas de sus propiedades. Para leer algo más relacionado puedes leer ¿Qué es la miel y cómo la fabrican las abejas?
También está conformada por oligoelementos, por que si no lo sabías, la miel contiene pequeñas cantidades de minerales como calcio, hierro, potasio, magnesio y zinc. ¿Sorprendente, verdad?
A pesar de que a este alimento natural puedes tenerlo siempre optimo en casa, bien guardado y aunque no tiene una fecha de caducidad exacta, lo más recomendable es consumir preferentemente dentro de los dos primeros años después de su cosecha para disfrutar de todas sus propiedades organolépticas en su punto óptimo. También te puede interesar para leer Miel de Yatei, el producto más demandando en el mercado
¿Por qué dura tanto?
* Bajo contenido de agua: Esto dificulta el crecimiento de bacterias.
* pH ácido: Crea un ambiente hostil para los microorganismos.
* Alta concentración de azúcar: Actúa como conservante natural.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la miel puede experimentar algunos cambios:
* Cristalización: Es un proceso natural que no afecta su calidad, pero puede alterar su textura.
* Pérdida de humedad: Puede volverse más espesa.
* Cambios en el sabor: En algunos casos, puede desarrollar un sabor más fuerte o ligeramente diferente.
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Para mantener tu miel en óptimas condiciones, recuerda:
* Almacenarla en un lugar fresco y oscuro.
* Utilizar un recipiente de vidrio hermético.
* Usar una cuchara limpia y seca cada vez.
Para cerrar este tema, la miel es un alimento muy duradero, pero para disfrutarla al máximo, es recomendable consumirla dentro de los dos primeros años después de su cosecha.
¿Se te ocurre alguna otra pregunta sobre la miel?