Estos procesos permiten comprender de manera integral el comportamiento del agua en un determinado territorio, lo cual es esencial para tomar decisiones informadas y estratégicas en la gestión de los recursos hídricos.
La planificación y el análisis hidrológico son herramientas fundamentales para la gestión sostenible de las cuencas hidrográficas. Para comprender su importancia, hay que saber que las cuencas hidrográficas son áreas de tierra por las que el agua fluye hacia un cuerpo de agua común, como un río, lago o mar. Son sistemas complejos e interconectados que desempeñan un papel fundamental en la vida en la Tierra.
Una cuenca hidrográfica es una depresión topográfica rodeada de altos que determinan su límite. Es una zona de terreno donde toda el agua que cae en ella (precipitaciones, granizo, nieve) converge en un único punto en un área de terreno bajo que corresponde a la salida de la cuenca. Esta agua se une finalmente a un cuerpo de agua como un mar, un río, un lago, un embalse, océano u otro.
Los escurrimientos que suceden en una cuenca son de carácter temporario, y duran desde el momento que comienza la precipitación hasta que una vez finalizada, por condiciones topográficas y antrópicas, el agua desde el punto más alejado transcurre por el punto de salida de la cuenca.
Es por esto que la planificación y el análisis hidrológico son esenciales para garantizar la sostenibilidad de las cuencas hidrográficas y el bienestar de las comunidades que dependen de ellas.
Estos escurrimientos temporarios toman una gran importancia ya que, en eventos de precipitaciones intensas, generan desastres en los establecimientos agropecuarios, así como para las zonas urbanas. Los caudales conducidos, y la velocidad de los mismos, generan procesos erosivos en los campos, arrastrando porción de suelos productivos, y generando erosión en lámina, surcos e incluso cárcavas. Y el suelo transportado junto con los excedentes hídricos, terminan normalmente en las localidades cercanas.
¿Por qué creemos que un estudio de cuenca puede ser beneficioso?
La hidrología aporta los elementos técnicos y científicos que !e permitirán conocer adecuadamente el ciclo del agua y realizar estudios y obras para la regulación y ordenamiento de las cuencas hidrográficas.
El manejo de una cuenca hidrográfica no es otra cosa que el resultado benéfico obtenido del estudio conjunto de todos los factores que ella encierra como el suelo, el agua y la cobertura vegetal, ya que ellos están íntimamente relacionados entre si y por consiguiente, dependen unos de otros.
En muchas situaciones existen desvíos de agua entre un establecimiento y otro. Ya sea para evitar el ingreso de agua a zonas específicas, o para acumular el agua.
¿Por qué es importante la planificación y el análisis hidrológico?
- Conocimiento del sistema: Permite conocer en detalle las características hidrológicas de una cuenca, como la precipitación, la evapotranspiración, la infiltración, el escurrimiento y la recarga de acuíferos.
- Evaluación de recursos hídricos: Permite estimar la disponibilidad de agua en diferentes escenarios y épocas del año, lo que facilita la asignación eficiente de los recursos.
- Identificación de riesgos: Ayuda a identificar los riesgos asociados a eventos hidrometeorológicos extremos, como inundaciones y sequías, permitiendo tomar medidas preventivas y de mitigación.
- Diseño de infraestructuras hidráulicas: Es fundamental para el diseño de obras hidráulicas como embalses, canales y sistemas de drenaje, asegurando su funcionalidad y durabilidad.
- Gestión de la calidad del agua: Permite evaluar la calidad del agua y diseñar estrategias para su protección y mejora.
- Planificación a largo plazo: Facilita la elaboración de planes de gestión de cuencas a largo plazo, considerando los cambios climáticos y las demandas futuras de agua.
Con información de: conservagro.com