Estas frutillas tienen sabor a piña y son de color blancas. Tienen la pulpa de un color claro y sus semillas son rojas, justo lo contrario que las frutillas normales. ¿Las conocías?
Lo más habitual es ir a la verdulería y comprar las frutillas rojas, pero en algunas partes del mundo hay más que eso: Las frutilla blancas. Sin lugar a dudas una novedad, pero en realidad se trata de una versión mejorada de la frutilla (fresa) sudamericana original, que fueron reintroducida en el mercado resaltando su sabor a ananá.
Para aquellos que escapan de los alimentos transgénicos, tienen que saber que ni el color ni el sabor son producto de la manipulación de la fruta cuándo de modificación genética se trata. La Fragaria chiloensis, la frutilla sudamericana originaria de Chile, y esta fruta en particular siempre fue de color blanco con un ligero toque de color rosa.
Las frutillas blancas fueron y son uno de los ancestros originales de las frutillas de jardín que todos conocemos y que en muchos casos cultivamos en macetas o conteros grandes en casa. Sólo que en este caso se cruzaron con la especie de frutilla roja, originaria de Norteamérica.
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Esta frutilla de jardín se denominan Fragaria x ananassa. Y para aportar otra curiosidad, el término ananassa se refiere probablemente al sabor a ananá de la especie original.
Dentro de las variedades que podemos encontrar, las frutillas blancas en cultivo, pero son versiones de la fresa alpina Fragaria vesca. En este caso, las frutillas blancas proceden ahora de las existencias originales de frutillas chilenas que aún conservan algunos huertistas europeos en grandes campos frutícolas de la región. El programa de mejora de la frutilla se inició hace unos diez años, y tardaron unos cuatro años en introducir esta variedad en el mercado.
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Con información de: https://www.20minutos.es/