Un estudio descubre que al incluir desechos de alimentos y puré de cerveza en el agua de los cultivos, las plantas crecen más rápido sin necesidad de usar fertilizantes artificiales
En Estados Unidos se tira hasta el 50% de toda la comida que se produce y la mayoría no se recicla. Además, los restos de comida representan el 20% de la basura de los vertederos del país. La situación es similar en otros países desarrollados.
Un nuevo estudio de la universidad de California ha descubierto que la mezcla de desechos de alimentos con puré de cerveza, un subproducto de la fabricación de esta bebida. puede ser una solución para la agricultura ecológica minimizando el uso de fertilizantes y pesticidas. Al agregar esta mezcla al sistema de riego de un invernadero, aumentaron las bacterias beneficiosas en los cultivos, las plantas crecieron más, y resistieron mejor a los patógenos.
Según Deborah Pagliaccia, directora de la investigación, cuando hay suficientes microbios beneficiosos en los cultivos, se generan compuestos antimicrobianos que protegen a las plantas y metabolitos que las ayudan a crecer mejor y más rápido.
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En el experimento se añadió la mezcla de residuos a la red de riego hidropónico del invernadero. En este tipo de cultivos las raíces de las plantas reciben una solución nutritiva disuelta en agua que contiene todos los elementos químicos necesarios para su desarrollo.
Los elementos químicos que se utilizan en la agricultura son, en su mayoría, de origen artificial, especialmente los nitratos. En el estudio, los investigadores sustituyen estos fertilizantes artificiales por compost hecho a base de residuos alimentarios y puré de cerveza.
Las plantas no aprovechan todos los nutrientes disueltos en cada riego. De este modo, la parte del compost que no había sido absorbida por las raíces caía de nuevo en el tanque de agua para volver a ser aprovechado en el siguiente riego, como se muestra en la imagen.
El puré de cerveza es muy fácil encontrar en los vertederos del sur de California, al igual que los desechos de las tiendas de comestibles. Los autores del estudio indican que si los agricultores sustituyen los aditivos químicos sintéticos por esta mezcla, el mantenimiento de sus cultivos sería mucho más económico y produciría un menor impacto en el medio ambiente.
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¿QUÉ ES LA ECONOMÍA CIRCULAR?
La reutilización de los desechos es la parte esencial de la llamada economía circular. En Estados Unidos se producen anualmente más de 66 millones de toneladas de desperdicios y en la Unión Europea 88 millones. Este es el resultado del sistema económico lineal que existe en la actualidad desde la revolución industrial, donde todos los residuos que generamos acaban en vertederos terrestres o en las aguas.
A pesar de que este sistema ha permitido un desarrollo tecnológico sin precedentes, no es sostenible. Con el aumento de la población y, por tanto, el aumento de la demanda de productos, este sistema provoca el agotamiento de los recursos naturales y tiene un gran impacto en el clima. Desde un punto de vista empresarial e industrial tampoco es eficiente. Volver a utilizar partes de los productos que se desechan aumentaría la eficiencia y, por tanto, los beneficios de las empresas.
La economía circular es una alternativa a la producción lineal de desechos. Se basa en minimizar el uso de recursos naturales en la producción y sustituirlos por el uso de los residuos ya generados, reduciendo así la cantidad de desperdicios. La reparación, el reutilización, el reciclaje y la regeneración de los productos son la base de la economía circular.
Para que la economía circular se haga realidad, además del reciclaje y la reutilización de productos, es necesario alargar la vida útil de los productos ya existentes y mejorar la eficiencia de los procesos de producción.
Según datos del informe de reciclaje de Ecoembes de 2019 España ocupa una el 6º puesto del ranking de la Unión Europea en reciclaje de envases, tanto domésticos como comerciales e industriales, con una tasa de reciclaje del 70.3%.
A pesar de eso, la tasa de residuos municipales reciclados es muy baja, un 33,9%, y dista mucho del mínimo del 55% que exige la Unión Europea para 2025. Los residuos municipales son el total de residuos que generan los domicilios y los comercios. España ocupa el puesto 20 en este ranking muy por debajo de la media europea del 45%.