La producción frutícola se ve considerablemente afectada cada año por las condiciones climáticas acontecidas, sobre todo en momentos cuando el frío llega a producir un enfriamiento extremo y se generan las heladas.
La temperatura, para el cultivo es un factor clave, ya sea para su desarrollo y maduración, esta ejerce su acción a lo largo de todo el año sobre los procesos fisiológicos de la planta. Además, las condiciones ambientales adversas pueden originar daños a la planta y a su producción.
Las temperaturas excesivamente bajas en otoño, invierno, incluso en la primera parte de la primavera, tienen una gran incidencia sobre la plantación en los frutales, y son determinantes de la cosecha en muchos casos, sobre todo en la región productora de la Patagonia, Cuyo y el noroeste del país.
La acción de las heladas suele ser oscilante de unas zonas productoras a otras, aunque, lógicamente, también depende del riesgo potencial de cada zona. Los efectos de las heladas son diversos y dependen, evidentemente, del estado en que se encuentran los órganos expuestos y de las propias condiciones de la helada. Sobre estos aspectos y haciendo una especial incidencia en los síntomas específicos y en la valoración de daños, se va a tratar a lo largo de la exposición.
- Durante el congelamiento a causa de las heladas en plantas, se produce un debilitamiento de la actividad funcional reduciéndose entre otras cosas las acciones enzimáticas, la intensidad respiratoria, la actividad fotosintética y la velocidad de absorción del agua, lo que es determinante. También existe un desplazamiento de los equilibrios biológicos frenándose la respiración, fotosíntesis, transpiración, absorción de agua y circulación ascendente. Finalmente se produce la muerte celular y la destrucción de los tejidos
Hay que tener en cuenta que la sensibilidad que un vegetal tiene al frío depende de su estado de desarrollo. Los estados fenológicos más vulnerables al frío son la floración y el cuajado de frutos.
Daño por heladas
Definición de helada Desde un punto de vista meteorológico se dice que ha helado cuando la temperatura ambiental, medida bajo abrigo, desciende por debajo de 0 ºC. Pero si este descenso no es elevado puede que no se produzcan daños en la planta, aunque sí otros efectos negativos para la misma.
Desde un punto de vista agronómico se considera que hay helada cuando el descenso térmico es capaz de causar algún daño a los tejidos vegetales, e incluso la muerte, debido a la formación de hielo en los tejidos. El efecto producido por el hielo altera o impide el normal desarrollo de los órganos y sus funciones.
En los tejidos de las plantas la congelación del agua se produce a temperaturas más bajas que 0 ºC debido al fenómeno de la supercongelación. Un descenso suave y continuo de la temperatura hace que se sobrepase varios grados el punto de congelación sin formarse hielo, lo que depende también de la presencia de nucleadores, como determinadas especies de bacterias.