Este fenómeno se produce básicamente cuando la niebla se congela. Es un fenómeno diferente a la escarcha – la cual se forma cuando la humedad ambiental se condensa.
La cencellada tiene lugar con temperaturas por debajo de 0ºC y el punto de rocío por debajo del de congelación. En ese momento, las gotitas minúsculas que componen la niebla se congelan sobre cualquier superficie de la zona formando esa especie de agujas de hielo blando y que tiene un aspecto similar al de la nieve.
En el momento en que este hidrometeoro pasa a producirse en altura, la temperatura baja a 2ºC bajo cero y existe la presencia del viento, la cencellada se pone dura y los cristales de hielo que van formándose no son similares a los de la nieve, pasando a parecer más a los del hielo.
Seguir leyendo: Heladas y nieve: El cuidado de la huerta en tiempos de frío
Se pasa a crear una serie de agujas que crecen en la dirección por donde sople el viento debido a la acumulación, sin duda un fenómeno de lo más espectacular.
Algo que no tenemos que hacer es confundir lo que es la cencellada con la escarcha, pues son dos cosas totalmente diferentes. para que se produzca la cencellada es fundamental que haya niebla, gotas en el aire.
La escarcha se llega a producir cuando hay una condensación de la propia humedad reinante. En este aspecto no será necesario que esté presente la niebla, aunque deberá ser elevada, congelándose sobre las superficies.
Si nunca has visto la cencellada, seguro que te sorprende y piensas en su parecido, como decíamos unas líneas más atrás, con los paisajes nevados. Desde luego, lo que es evidente es que cuando aparece la cencellada, es que la helada que ha caído es de gran calado, algo de lo que en el interior de la meseta española saben mucho.
Puedes leer: De esta manera afecta la helada a las plantas