Con una continua bajante, la perspectiva al 30 de noviembre próximo «es aún desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes dos meses.
El río de 4.880 km nace en el sureste de Brasil, atraviesa Paraguay y desemboca en el Río de la Plata en Argentina, y es clave para la industria comercial y la pesca, y además de fuente de agua dulce para 40 millones de personas.
Constituye además una de las vías fluviales más importantes para el transporte de granos, y su situación está obligando a muchos exportadores a considerar el uso de rutas terrestres.
El Paraná se vincula con las aguas subterráneas del Acuífero Guaraní, una de las mayores reservas de agua dulce del planeta.
Sus más de 4.000 kilómetros unen a importantes ciudades de Sudamérica y de sus sedimentos se nutren las planicies agrícolas que baña en Argentina.
Un panorama incierto
Según un informe del Instituto Nacional del Agua (INA), en los últimos días el río Paraná bajó en diferentes ciudades de la provincia de Entre Ríos y mantiene una perspectiva «descendente y desfavorable» que «continuará en los próximos tres meses». Actualmente, prevalece lejos tanto de sus niveles normales como de la marca de aguas bajas.
El caudal descargado desde la alta cuenca sigue «en gradual disminución», apuntó el organismo, por lo que la bajante extraordinaria permanecerá «siendo motivo de especial monitoreo diario».
De acuerdo con las previsiones del INA, la perspectiva al 30 de noviembre próximo «es aún desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes dos meses, por lo menos», por lo que pidió mantener atención sobre «la captación de agua fluvial para consumo urbano».
El caudal entrante al delta del Paraná, en tanto, registró un comportamiento descendente durante todo agosto con una «leve mejoría» al principio de septiembre, pero que «se disipará rápidamente», con un promedio de 7.000 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de lo normal.
Además, señaló el INA, la tendencia climática para fines de octubre «no permite esperar una mejora sostenida» en las lluvias regionales, con niveles inferiores a la media, por lo que «todo el Delta queda muy dependiente de las oscilaciones provenientes del estuario».
Bajante extraordinaria
La bajante extraordinaria, que se espera se acerque a la peor situación hídrica detectada desde hace 77 años, viene afectando la vida ambiental, económica, productiva y social de las ciudades a la vera del agua en Entre Ríos.
Las alturas actuales ya superaron las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros). Hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual: ese año, el río marcó -1,40 metros frente a Paraná, -1,38 en Diamante, -1,11 en La Paz y -41 en Victoria.
La situación en distintas localidades
En la última semana, en Paraná el río volvió a bajar unos 29 centímetros y se mantiene actualmente con 42 centímetros, lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en septiembre (2,44 metros). El INA espera que se mantenga cerca de la altura actual durante todo septiembre, aunque podría bajar o subir hasta 25 u 80 centímetros, respectivamente.
En La Paz, el río Paraná bajó 36 centímetros la última semana hasta los 1,06 metros registrados este martes, pero sigue muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 3,37 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) anotó como promedio para septiembre entre 1996 y 2020. Allí, el INA espera que la altura permanezca «con oscilaciones», entre los 60 centímetros y 1,10 metros en lo que resta del mes.
En Victoria, en tanto, también descendió después de un pico el viernes pasado y se mantiene en 1,31 metros, lejos de los 2,60 metros de aguas bajas y 2,58 metros menor al promedio de septiembre. El organismo nacional prevé que disminuya a 62 centímetros en octubre y a sólo 34 centímetros en noviembre.
En el puerto de Diamante, el río bajó y pasó de 95 a 68 centímetros en la última semana, muy lejos de los 2,40 metros del límite de aguas bajas y 3,20 menos que el promedio para este mes. En ese sentido, el INA prevé que seguirá descendiendo, con un promedio de 0,29 metros en octubre que podrá bajar a dos centímetros en noviembre.