¿La papa evolucionó desde un cruce con el tomate? Esto dice la ciencia:

El sorprendente origen de la papa: ni laboratorio, ni diseño, así lo indica un reciente descubrimiento sobre el alimento más popular del planeta.

La papa, un alimento básico en la dieta mundial, no fue creada por el hombre, sino que es el resultado de un cruce natural que ocurrió hace millones de años. Un nuevo estudio, publicado en la revista Cell, revela que la papa moderna (Solanum tuberosum) surgió hace unos 9 millones de años de la unión de dos plantas inesperadas.

Un romance vegetal: la papa y el tomate

Un equipo de científicos, liderado por el biólogo genómico Sanwen Huang de la Academia China de Ciencias Agrícolas, analizó 450 genomas de papas cultivadas y 56 de especies silvestres. Sus hallazgos identificaron a los dos «progenitores» de la papa:

  • Una planta silvestre sin tubérculos, similar a la papa, conocida como Etuberosum.
  • Una especie ancestral del tomate.

Este «vinculo vegetal» dio origen a la papa tal como la conocemos hoy, demostrando que la evolución y la naturaleza a menudo tienen planes más creativos que el diseño humano.

El origen de la papa, uno de los alimentos más importantes del mundo, se remonta a un evento de hibridación que coincidió con el ascenso de la cordillera de los Andes. El cruce de dos especies de solanáceas dio lugar a un nuevo linaje que, gracias a una reorganización genética, desarrolló tubérculos subterráneos.

Según el investigador Huang, los tubérculos actuaron como una estructura de almacenamiento de nutrientes, permitiendo que la nueva planta se adaptara y sobreviviera a las condiciones frías y secas de gran altitud. Esta capacidad de sobrevivir en hábitats hostiles y de reproducirse asexualmente le otorgó una ventaja evolutiva significativa.

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Similitudes sorprendentes: papa y tomate

La botánica Sandra Knapp, coautora del estudio del Museo de Historia Natural de Londres, destacó la asombrosa similitud entre el tomate y la papa. A pesar de que consumimos partes diferentes de cada planta (el fruto del tomate y el tubérculo de la papa), sus hojas y flores son muy parecidas. Knapp incluso advirtió que, aunque la planta de papa puede producir frutos similares a pequeños tomates verdes, no deben consumirse.

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Futuro de la papa: nuevas puertas para la mejora genética

Este descubrimiento no solo reescribe la historia de la papa, sino que también abre nuevas oportunidades para la mejora genética. Uno de los retos actuales es desarrollar papas más resistentes eliminando mutaciones perjudiciales. En este sentido, Huang señala que el estudio sugiere la posibilidad de utilizar al tomate como base en biología sintética para crear variedades de papa libres de estas mutaciones, lo que podría revolucionar la agricultura.

Investigadores están explorando la posibilidad de crear una nueva especie híbrida que combine las mejores características del tomate y la papa. El objetivo es desarrollar un «súper cultivo» que produzca tomates comestibles sobre la tierra y papas comestibles bajo el suelo.

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Este avance tendría aplicaciones significativas en un contexto global donde la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático son desafíos cada vez más urgentes. Al optimizar el uso del espacio y los recursos, este cultivo híbrido podría ser una solución innovadora para aumentar la producción de alimentos de manera eficiente.

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