La exquisita luz ultravioleta permite a las abejas sobrevivir, gracias a su excelente vista, y les permite interactuar con objetos delicados.
a perspectiva de vista de las abejas es una realidad ultravioleta vibrante que hechiza a cualquiera. Las abejas han sido declaradas como la especie más importante sobre la faz de la Tierra, sin ellas los ecosistemas colapsarían. Cargan en sus diminutas patas la gran responsabilidad de mantener funcionando la vida de manera armoniosa. Pero ¿cuál es su secreto para lograrlo? La vista.
Te sorprenderá saber que pese a ser ciegas ante el color rojo, pueden captar colores que los humanos ni siquiera imaginamos que existen. El espectro visible que los seres humanos somos capaces de captar, es tan sólo una parte de todo el espectro electromagnético. Este se extiende desde la radiación de menor longitud de onda como los rayos X, hasta la radiación ultravioleta y la infrarroja.
Cada especie es capaz de detectar distintas longitudes de onda, es decir, cada una codifica la luz del mundo desde distintas perspectivas. Y las abejas tienen una perspectiva de vista sumamente hechizante, las abejas viven inmersas en una realidad ultravioleta.
Las longitudes de onda visibles para el humano oscilan entre los 390 y los 750 nanómetros. A través de esas longitudes se extienden los colores que somos capaces de percibir, que van desde el rojo hasta el violeta. No obstante, las abejas viven en un mundo ultravioleta, lo que explica por qué son incapaces de percibir el color rojo con su vista.
Una realidad ultravioleta
Gracias a sus agudos ojos, son capaces de distinguir entre luz y sombras y percibir con claridad los límites y bordes suaves de los delicados objetos con los que interactúan. Esto aunado a su capacidad para percibir la luz ultravioleta, la visión de las abejas es única entre los insectos, les facilita la búsqueda de néctar. Algunas flores como los girasoles, las prímulas y los pensamientos, dejan guías de néctar que sólo son visibles con luz ultravioleta.
Al igual que los humanos, las abejas son tricómanas, con la gran diferencia de que los fotorreceptores dentro de sus ojos se basan en la distinción de la luz ultravioleta, azul y verde. Por ello, los colores que atraen a estos pequeños insectos son más bien los violetas y azules. Para encontrar fuentes de polen, utilizan las señales perfumadas de las flores para aterrizar en los lugares adecuados y obtener el dulce néctar de las flores.
Sin duda, las abejas son uno de los insectos más fascinantes que existen sobre el globo terráqueo. Además de tener una vista extraordinaria, son sumamente inteligentes y aprenden a reconocer a las flores más gratificantes para asegurar su alimento. Aprovechan diariamente el regalo de la evolución y lo usan para seguir esparciendo polen para generar vida día con día.